La elección del 19 de febrero no tiene mayor interés para la ciudadanía, y por lo que se ve, ni siquiera para la clase política que en lo general, luce ajena a un proceso electoral que nadie quería.
Puede ser que a esta contienda le falte el ingrediente del morbo, la incertidumbre que pudiera añadirle cierto grado de emoción.
A juzgar por la intensidad que han impreso en sus campañas, parece que hasta el PAN da por descontado que la elección la ganará Morena, porque Imelda Sanmiguel no ha pasado de la primera velocidad en esta carrera.
Si nos brincamos pues, este tedioso proceso, lo que nos queda es la antesala para las definiciones del 2024 y ahí sí que habrá emociones de sobra.
Tan pronto como se conozcan los resultados de la elección extraordinaria, ocurrirán varios fenómenos en el ecosistema político tamaulipeco.
1) Al interior de los partidos políticos arreciará la guerra fraticida por las candidaturas que estarán en juego.
Serán muchas y probablemente haya suficientes espacios para todos, pero claro, unas son mucho más preciadas que otras.
Las más importantes, desde luego, serán las candidaturas para el Senado.
Si José Ramón Gómez Leal gana la elección del 19 de febrero, como todo hace indicar, Morena entrará en un dilema que en buena medida explica la resistencia que ha generado su candidatura en muchos sectores del partido.
El ex delegado seguramente buscará competir por la reelección y eso limitará las posibilidades de los muchos otros tiradores que están interesados en llegar a la Cámara Alta.
Pero lo mismo ocurrirá en las alcaldías.
En algunos municipios abundan los aspirantes; pongamos el caso de Tampico como ejemplo: la actual presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso, Úrsula Salazar quiere ser la candidata, lo mismo que la Secretaria del Trabajo, Olga Sosa, y nadie debería descartar en esa puja a la regidora, Mónica Villarreal.
2) Muchas de estas pequeñas batallas internas estarán signadas por lo que ocurra en el contexto de la sucesión presidencial.
Sobra decir, es evidente, que Claudia Sheinbaum es la apuesta del grupo que ostenta la supremacía política en Tamaulipas.
Pero también se sabe que hay al menos otras dos “corcholatas” con algún grado de posibilidades en la competencia, y tanto Marcelo Ebrard como Adán Augusto López tienen a sus representantes en la entidad, a cargo de la operación que arreciará durante los próximos meses.
La decisión que se tome en Palacio Nacional antes de que termine el año será miel para muchos y agua helada para otros.
3) A pesar de que la victoria de Morena el 19 de febrero, parece muy previsible, las cifras que arrojen los cómputos sí pueden tener consecuencias distintas.
Una derrota abrumadora para la alianza PAN-PRI-PRD, sería una cachetada anímica para esos partidos.
Acción Nacional, en particular, está parado frente a un abismo debido a los signos de división que muestran en diferentes regiones de la entidad.
Un resultado negativo para el “Cachorro” y compañía (otro más) alentaría la sublevación de los grupos políticos del sur y el centro que reclaman retomar el control del partido.
Por Miguel Domínguez Flores