En medio de condiciones desfavorables y sin seguridad social, es como trabajan más de 300 personas en las cosechas de diferentes cultivos de Altamira.
El delegado del Comité Campesino de la CNC, José Enríquez Reyes, comentó que los propietarios de ranchos deben garantizar la seguridad de los jornaleros y evitar tragedias en la que murieron cuatro el pasado 30 de diciembre.
“Arriba de 300 personas son las que acuden al campo de Altamira, vienen a diferentes cultivos y se distribuyen en los diferentes ejidos”.
Recomendó el uso de los caminos vecinales para transportar a los trabajadores del campo y no la carretera, ya que los camiones de carga se han convertido en un factor de riesgo.
El salario de un jornalero es por día o carga, por día la cantidad es entre los 200 y 300 pesos, mientras que, por kilo, los jornaleros tienen la oportunidad de ganar una cifra mayor.
José Enríquez Reyes, reveló que hay niños de seis años que ya saben pizcar y llegan con los padres a los ranchos de la localidad.
“Algunos lugares, pero no todos y sé que algunos ranchos tienen. Cuando no tienen clases se los llevan al campo y es cuando producen más, además depende cómo ande el precio del chile es como te pagan el corte”.
De acuerdo a lo señalado por familiares, los jornaleros accidentados se dirigían a uno de los ranchos con peor paga de la región, a 1.60 por cada kilo de chile.
Óscar Figueroa/La Razón