Ricardo Monreal sabe que fuera de Morena se le acabó la fiesta. De ahí que decida permanecer en el único partido con futuro. El dirigente senatorial tiene opciones, como el convertirse en jefe de gobierno de la CDMX o en funcionario importante el próximo sexenio si es que con oportunidad declara absoluta lealtad a quien resulte candidato(a) presidencial y desde luego al proyecto transformador de AMLO.
Don Ricardo no será sucesor en palacio nacional, lo descalifican algunas frivolidades y berrinches mediante los que pretendió presionar o, mejor dicho, presumir que estaba hecho para empresas mayores. Logró, por el contrario, que sus compañeros lo situaran en el lugar exacto de sus posibilidades, es decir, alejado de la aceptación pública de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. A lo más que llegó fue a ser considerado aspirante “oficial” al cargo más importante de la república lo que significa premio de consolación.
Usted dirá que algo positivo deja Monreal al definir su postura. Tiene razón, por principio de cuentas acalla los perversos rumores de “profunda división e inminente colapso en Morena” que tanto difundió la reacción al grado de afirmar que perdería las elecciones del año próximo. Tanta euforia causaba al neoliberalismo saqueador “la rebeldía” del interfecto que no faltó organización que ofreciera apoyarlo en su ambición de participar en el proceso del 24 contra la 4T.
De manera que los conservadores quedan sin otro argumento para considerar que el gobierno popular será de corta existencia cuando, por el contrario, queda de manifiesto la unidad en torno de AMLO. Hay diferencias entre los aspirantes desde luego, como eso de exigir “piso parejo” y eliminar lo que consideran campaña anticipada de la Sheinbaum, pero de ninguna manera confrontación o indisciplina.
Lo anterior no obsta para que cada cual aporte lo mejor al proceso transformador. Ya vimos el éxito de la reunión reciente entre los presidentes de Canadá, EU y México en el que mucho tuvo que ver Ebrard quien por lo tanto acumuló puntos a su favor. Digamos que es el mejor posicionado internacionalmente. Es el rostro hacia el exterior y de alguna forma favorito de los mexicas que buscan un candidato (a) que no vaya a los extremos, como sería el caso de la jefa de gobierno hecha en el combate y la militancia por la justicia y la democracia.
Doña Claudia de sesenta años, es una activista de fuerte andamiaje ideológico y convicciones irrenunciables. De ella se cuidan los neo porfiristas que la ven como líder de la siguiente etapa transformadora. Y están en lo cierto porque es la mejor garantía de que el combate a la corrupción e inmoralidad política es irreversible y de que el cambio de conciencias ha de convertirse en realidad para beneficio de la mayoría marginada. Mientras tanto ni como negar que la hembra enfrenta con éxito la difícil prueba de gobernar la gran ciudad, tarea donde no escasean las provocaciones y el criminal sabotaje que pone en riesgo la vida de millones de usuarios del transporte público.
En cuanto al secretario de Gobernación hay que reconocer no solo su lealtad hacia AMLO sino la institucionalidad con que realiza su trabajo dejando en segundo término la ilusión de convertirse en presidente de la república. Y no es que la rechace, sino que primero está el ser digno de la confianza de quien lo nombró dándole la oportunidad de pasar a la historia.
Total, que con Ricardo Monreal se formaliza el cuarteto que va por la sucesión presidencial y fortalece la unidad en Morena. Gracias a AMLO no a Mario Delgado Carrillo, “el líder” que sigue siendo el tonto de la película.
LO QUE ENTRÓ, SALIÓ
Se cumplen los tiempos, acaba la paciencia ciudadana, por lo tanto, aumenta la curiosidad por saber si en Tamaulipas existen destinatarios los presuntos dudosos manejos de recursos en el sexenio anterior y otros “más allá”. Han sido demasiadas las denuncias, pero escasos los frutos. Ya decimos que todo se concreta a alimentar el morbo y el amarillismo sin que sepamos si existe valor suficiente para llegar hasta las últimas consecuencias. Voluntad política, pues.
Tampoco sabemos de acuerdos “para ignorar” el probable daño a la economía y patrimonio del estado reflejado en la carencia de obras y servicios. ¿El último sexenio fue otra lamentable pérdida para la paisanada? La experiencia habla de la mala suerte de un estado que tiene todo y no cuenta con nada, o casi nada, mientras los impuestos se multiplican, el agua encarece y escasea, aun así, persiste la intención de privatizarla. (¡Qué brutos!).
Créanlo, el ciudadano en verdad está encabronado (dicho sea, con todo respeto). Al cubrir el predial está obligado a pagar un “manifiesto” que antes era único y ahora debe renovarse cada dos años a un costo disparado hasta 500 por ciento en dicho lapso; el refrendo vehicular se incrementó al triple al igual el costo del vital líquido del que dicen, cobran hasta al aire que suple al agua en los constantes cortes aplicados groseramente contra las familias al no avisar con la oportunidad debida. Ni que decir de los cientos de colonias donde apenas de vez en cuando aparece un camión-cisterna distribuidor.
Solo son pequeñas muestras de gobiernos fallidos cuyas consecuencias sufre la comunidad. En este sentido imposible que no haya culpables, solo fantasmas. No la jodan, plis.
SUCEDE QUE
En la SET juegan con fuego al ignoran al SNTE…ojo que Arnulfo viene por la revancha, ya lo dijo.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA