Una vez que la banda mexicana RBD diera a conocer las fechas para los conciertos que formarán parte de su gira de reencuentro, eso sí sin Alfonso Herrera, los boletos para sus presentaciones se están comenzando a vender de manera rápida ya que los fans no quieren perder la oportunidad de volver a ver una de sus bandas favoritas en vivo.
Es así que los fanáticos de la agrupación se han volcado a las taquillas para comprar las entradas y ser uno de los primeros en hacerlo, tal fue el caso de una joven originaria de Monterrey que pasó 48 horas formada en una fila con el objetivo de ser de las primeras en adquirir los billetes de acceso, sin embargo, al momento en que llegó su turno no pudo cumplir su objetivo ya que su tarjeta «no pasó».
Tarjeta no reconoce su NIP y joven rompe en llanto
Ante las cámaras de algunos medios de comunicación que registraban la venta de las primeras entradas a los conciertos de RBD, la joven, de nombre Carla Silva, no pudo contener su frustración por no poder comprar sus boletos y rompió en llanto. Al ser cuestionada acerca de lo que había ocurrido, la joven aseguró que su tarjeta no había querido reconocer su Número de Identificación personal (NIP) por lo cual no le permitió realizar la compra.
«Me aparece mi NIP incorrecto y no es incorrecto, no tengo a nadie que me ayude, estoy desde el martes formada y yo organicé toda la fila, no pasó mi tarjeta y no sé usar la aplicación. Iba a pagar con débito y sí tenía dinero. Estoy en shock porque era la primera fan en la fila”, lamentó la joven regiomontana ante los medios de comunicación presentes.
Entre lágrimas, Carla no pudo contener su tristeza por verse imposibilitada de volver a ver a sus ídolos en el reencuentro. Sin embargo, un adulto mayor que se encontraba en la fila de las taquillas vio cómo se lamentaba y decidió prestarle su tarjeta para que pudiera comprar sus boletos, con un costo de seis mil pesos en total.
«Muchas gracias. Compré cuatro boletos en total y el mío fue en cancha. Esperé 15 años para verlos y estoy muy emocionada. Valió la pena no ir al trabajo, mi boleto ya está, nos vemos el 24 de noviembre”, fueron las declaraciones finales con las que Carla Silva celebró la oportunidad que la vida le dio de poder ver a su banda favorita de nueva cuenta, y todo gracias a la buena voluntad del abuelito.
Al ser cuestionado acerca de su noble acción, el adulto mayor confesó que la tristeza de la joven lo conmovió, más aún después de escuchar que había hecho fila por dos días para poder comprar sus boletos y no haberlo conseguido. «La vi sufriendo y la ayudé. Yo acompañé a mi nieta”, contó a la prensa el señor, de nombre Mauro.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO