El diputado federal Santiago Creel aprovechó la reunión plenaria de diputados panistas celebrada en Tampico los días 25 y 26 de enero, a la que no se permitió el acceso a representantes del INE, para promover sus aspiraciones presidenciales y alardear que está preparado para vencer en las urnas al candidato de Morena en los comicios de 2024.
Habría que recordar, a propósito del alarde, que, en la disputa de la candidatura presidencial del PAN de 2005, el legislador fue derrotado por casi tres a uno de votos por Felipe Calderón, a pesar de que era el candidato del presidente Vicente Fox Quesada.
También, entre paréntesis, que el 5 de septiembre del año aludido, una semana antes de pedir licencia a la Secretaría de Gobernación para iniciar la campaña por la candidatura presidencial, el funcionario repartió permisos a los dueños de las principales empresas televisoras y medios de comunicación del país para operar cientos de casinos y centros de apuestas.
Ahora las circunstancias y el escenario son distintos, según la encuestadora “México Elige” el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados junto con la senadora Lily Téllez son los mejor posicionados de los prospectos de Acción Nacional, aunque todo indica que una vez que arranque formalmente el proceso selectivo las cosas cambiarán.
No hay que olvidar que también podrían entrar al proceso albiazul los gobernadores de Yucatán, Mauricio Villa, y de Querétaro, Francisco Domínguez, sin descartar la posibilidad de que participe asimismo en la contienda un representante de la sociedad civil.
¿Cuál de los aludidos sería el más competitivo para pelear al tú por tú la presidencia de la República a los presidenciables de la 4T, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López? Los especialistas coinciden en que a estas alturas el gobernador de Querétaro.
Lo que tienen garantizado los protagonistas de la disputa interna de la candidatura de “Va por México”, es que quienes no resulten favorecidos con la postulación recibirán como premio de consolación la de una de senador de representación proporcional para que sigan en la nómina oficial y viviendo del presupuesto público el próximo sexenio.
Además de la elección de gobernadores de los Estados de México y Coahuila, otro tema importante de la agenda electoral de 2023 es la elección de cuatro de los once consejeros del INE que relevarán en el cargo a Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Adriana Favela Herrera y José Roberto Ruiz Saldívar el 4 de abril, cuando concluirán su gestión.
Un relevo que para bien de la democracia pondrá fin a las cuotas partidistas que actualmente conforman el Consejo General del Instituto Nacional Electoral, que, como es del dominio público, ha sido botín de los partidos políticos pues esta vez la selección de los nuevos consejeros electorales se definirá mediante una tómbola o sea el azar.
El mecanismo es el siguiente: las cuatro quintetas de aspirantes, una para cada posición, serán propuestas por el pleno de acuerdo con una evaluación del Comité Técnico, evaluación que se remitirá a la Junta de Coordinación Política a más tardar el 22 de marzo y ésta la turnará a la mesa directiva el 27 para que el pleno la someta a votación el 28.
Como la votación deberá ser aprobada por dos terceras partes de los integrantes del pleno y ninguno de los partidos cuenta con ella, se recurrirá a la insaculación el 30 de marzo. En caso de que alguno de los partidos impugne el procedimiento, que no se descarta, las listas de aspirantes se enviarán entonces a la Suprema Corte de Justicia de la nación para que el máximo tribunal del país proceda a llevar a cabo la insaculación el 3 de abril.
POR JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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