Tamaulipas ocupa el sexto lugar con mayor número de ductos en la República Mexicana; esta red de transporte fue construida luego de la refinería de Francisco I. Madero y del descubrimiento de campos petroleros en el Golfo de México y de yacimientos de gas en la Cuenca de Burgos. Sin embargo, el crecimiento poblacional en algunos municipios, en muchas ocaciones sin control, provocó que se construyeran casas, escuelas, hospitales, centros comerciales, centros deportivos, entre otros, muy cerca o sobre el derecho de vía del gasoducto existente.
Apenas hace unos días, el Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas) prendió las alertas para el municipio de Reynosa, ante un potencial riesgo de explosión en el trayecto del gasoducto que cruza la ciudad y que podría provocar una catástrofe. El análisis de riesgo realizado por Cenegas advierte que de presentarse una ruptura del gasoducto por la sobrepresión, provocaría una explosión con consecuencias graves para los ciudadanos.
“La población y el personal presente en el área, puede sufrir daños en caso de presentarse un incendio y/o explosión, ya que el nivel de radiación térmica en caso de incendio es suficiente para causar daño al personal, sufriendo quemaduras de segundo grado si no se protege de inmediato”.
Hace un año en un recorrido por la ruta del gasoducto, se evidenció que los trabajos que lleva a cabo el gobierno municipal de Reynosa, representan un riesgo elevado para la población. Se trata de excavaciones y demás trabajos de mantenimiento de las redes de drenaje y alcantarillado, entre otros que se realizan a los alrededores e incluso por arriba del derecho de vía del gasoducto, lo que podría ocasionar un daño “catastrófico”, dice el anáisis de riesgo, para la población, el gasoducto, el medio ambiente e incluso la infraestructura de la ciudad.
“La ejecución de este tipo de trabajos cerca y/o sobre el derecho de vía representan una serie de potenciales riesgos al gasoducto actual, que pueden ir desde la modificación de la distribución de esfuerzos del diseño del gasoducto (lo cual ocasionaría abolladuras y/o ruptura del mismo)”, dice el documento.
Y que agrega, “hasta golpes al ducto por los trabajos de la maquinaria pesada que estén empleando. En ambas situaciones se identifican potenciales riesgos a la población, medio ambiente e infraestructura de la ciudad”. El Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenegas), propuso un nuevo proyecto denominado “Gasoducto Libramiento Reynosa”, que fue aprobado por el Consejo de Administración en sesión ordinaria el 8 de marzo del 2022. La inversión del proyecto que Cenegas está solicitando a la Secretaría de Hacienda es de 5 mil 468 millones de pesos, mismo que tendrá una trayectoria en zonas despobladas.
Serán 56 kilometros de longitud de una tubería de 36 pulgadas de diámetro que rodeará la zona urbana de Reynosa, minimizando con ello los riesgos potenciales que en estos momento se tienen.
El proyecto se originará en la Estación 2, desde donde importa Texas Eastern Transmission (TETCO) Gas Pipeline/ Tennessee Gas Pipeline (TGP), se interconectará con la “trampa de diablos” en la estación Anzaldúas, y tendrá destino en la Estación de Medición 19, a un costado del Complejo Procesador de Gas (CPG) Burgos.
Este gasoducto se interconectará el Sistema Nacional de Gasoductos con el gasoducto privado de 36 pulgadas de diámetro de la empresa Gasoductos de Tamaulipas, que abastece a la zona centro del país. La red de ductos subterráneos se prolonga en las principales avenidas a través de varias colonias de Reynosa, haciendo de una amplia área donde se ubican más de 100 colonias.
De acuerdo con el atlás de riesgo del municipio, la rápida y acelerada expansión urbana, combinada con desarrollo urbano no planificado, originó asentamientos irregulares en áreas no aptas para la urbanización.
En la zona donde se encuentran los ductos subterráneos, hay 111 colonias donde residen 56 mil 458 habitantes en 14 mil 394 viviendas, así como 127 sitios públicos distribuidos en los seis sectores de la ciudad. Se trata de 63 escuelas, 38 iglesias, un auditorio, cinco hoteles, 11 parques, 5 centros deportivos, dos oficinas de gobierno, así como dos cementerios.
REYNOSA UNA BOMBA DE TIEMPO
Su ubicación e infraestructura para el transporte de hidrocarburos, convierte a la ciudad en una auténtica bomba de tiempo que en años anteriores ha provocado luto en las familias de esta ciudad que acoge a 704 mil 757 habitantes.
El martes 18 de septiembre del 2012, una explosión en el Centro Receptor de Gas y Condensados de Pemex Exploración y Producción en Reynosa, donde se concentraba buena parte de la producción de la cuenca de Burgos e incluso combustible importado: dejó 33 personas fallecidas y más de 40 heridas. Desde ese punto el gas era enviado a diversas plantas criogénicas de la zona para postriormente entregarlo a Pemex Gas y Petroquímica Básica para su posterior distribución y venta en la mayor parte del país.
En las ciudades de Reynosa y Río Bravo se distribuyen 575.49 kilómetros de ductos subterráneos y superficiales, compuestos por tuberías de uno, dos y tres conductos que tienen la función de transportar y distribuir el producto. Desde los pozos de producción de gas, son transportados hacia los centros procesadores de gas, complejos petroquímicos, estaciones de almacenamiento y reparto.
Sin embargo, en su travesía este sistema de ductos está expuesto a una serie de factores que incrementan la probabilidad de accidentes, entre otros los ocasionados por factores climáticos, lluvia y salinidad aceleran el deterioro de las tuberías por corrosión, golpes mecánicos, la toma clandestina y la invasión del derecho de vía.
POR PERLA RESÉNDEZ