La actividad del sexo servicio, luego de la crisis provocada por la COIVD-19 que bajó los costos hasta los 20 pesos por servicio, se recupera hoy a la vuelta de casi 3 años y ganar desde 200 pesos es la gloria para quienes la ejercen.
Sin embargo, el riesgo de contagio de enfermedades sexuales se mantiene latente, por la falta de un programa integral que apoye a las trabajadoras con servicios médicos eficientes y permanentes.
Cada año en Tamaulipas hay hasta 22 mil casos de enfermedades de transmisión sexual, en su mayoría vulvovaginitis, además de sífilis y herpes genital.
Hoy chicas y uno que otro chico sexo servidores tienen más clientela, las mujeres desde temprana hora por la zona Centro, entre las calles Hidalgo, Morelos, Matamoros y Guerrero, desde el 7 hasta calle 5, en espacios como el famoso Hotel Ritz y el prostíbulo de la de Guerrero.
Yessenia, de 52 años, confiesa a EXPRESO que vender su cuerpo es la única opción de llevar un ingreso a casa, para que sus 3 hijos puedan ir a la escuela.
Atender a diferentes hombres por la mañana, una tarde o noche “ya estoy acostumbrada, es un trabajo más, hay demanda y uno recibe un pago”.
La práctica del sexo servicio “barato” -así lo llamó- tiene sus riesgos “porque a nosotras nos persiguen las autoridades de Salud, nos tienen en un listado y tenemos que hacernos estudios cada semana para que nos den la boleta y poder trabajar, no tenemos el nivel de las que se venden por redes, por catálogos y que cobran un dineral”. Por 200 o 300 pesos ofrece al cliente casi de todo, lo único que condiciona es “no golpes”. “Ya no tengo edad ni cuerpo para el OnlyFans”, admite sonriente.
De los teléfonos inteligentes tampoco lo entiende.
PAGOS SIN SERVICIO MÉDICO
Hace algunos días en Ciudad Victoria un grupo de mujeres y un hombre sexoservidores acudieron a manifestarse frente a las oficinas del Centro de Atención Integral de Reducción de Riesgos Sanitarios (CAIRS), por un intento de triplicar el cobro de la revisión semanal.
Las asistentes afirmaron que les cobraban 100 pesos y que este aumentaría a 300 por semana, para que pudieran recibir la boleta y trabajar en cantinas, bares, restaurantes y otros espacios identificados como puntos de práctica de la prostitución.
Advirtieron que no estaban dispuestas a pagar el incremento, porque no reciben ningún beneficio y ellas tienen que pagar todos los exámenes médicos cuando se enferman.
Lo mismo ocurre con sus hijos, si se enferman no tienen una seguridad social que les respalde para protegerlos, “solo pagamos y tenemos como beneficio la revisión ginecológica. Nos otorgan preservativos y nada más”. Cuando se contagian de una enfermedad de transmisión sexual no reciben tratamiento ni atención médica y tienen que ir a buscar el servicio de manera particular. Solo las refieren al CAPACIT y les hacen la prueba del VIH, Sífilis y Hepatitis, pero no el papanicolau, ese también se lo tienen que hacer por su cuenta, dijo Gloria.
PRÁCTICA DE RIESGO, NO HAY UN CONTROL REAL
Debido a que no hay un padrón confiable de sexo servidoras, Tamaulipas corre un alto riesgo de estas enfermedades, reconoció el director del CAIRSS, Luis Enrique Garza. En años anteriores se hablaba de hasta 2 mil sexoservidores en revisión, este 2023 apenas encontraron información de unas mil que acuden a la revisión en las diversas zonas del Estado.
El funcionario aseguró que tanto mujeres y hombres dedicados al sexo servicio reciben una atención integral.
Cada 4 meses son sometidos a pruebas de VIH y Sífilis, “que son pruebas rápidas que también se les aplican”, además cuentan con apoyo médico en el CAPACIT; reciben su tratamiento cuando se enferman, “cuentan con atención integral, solo que no todas las mujeres o gente van a registrarse” por lo que hay un descontrol de enfermedades.
ZONAS DE TOLERANCIA: OPCIÓN PARA MEJOR CONTROL
Ante tal panorama, contar con zonas de tolerancia en los principales municipios o ciudades sería una forma de lograr un mejor seguimiento a la actividad, dijo el encargado del departamento de VIH/ SIDA, de la Secretaría de Salud en Tamaulipas (SST), Jorge Sebastián Hernández Rodríguez.
Para ello es necesario hacer acuerdos con las autoridades y con la misma ciudadanía, actualmente solo en los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros hay zona de tolerancia.
Es mejor contar con espacios específicos para que quienes se dediquen a esto, tengan un mejor seguimiento y control de su salud, insistió.
LAS PRINCIPALES ENFERMEDADES
El reporte de casos de 11 enfermedades de transmisión sexual en Tamaulipas indica que en 2022 se registraron 28 mil 558, mientras que en 2021 fueron 28 mil 386 casos.
La vulvovaginitis registró 16 mil 500 contagios en 2022, y 16 mil 459 en 2021; la candidiasis tuvo 9 mil 109 contagios en 2022 y 8 mil 625 hace 2 años.
La pandemia de COVID-19 en Tamaulipas redujo la práctica del sexo servicio, en la actualidad se busca recuperar al 100 por ciento la revisión sanitaria de unas mil 200 personas registradas en el padrón de la Secretaría de Salud hasta el 2019, con 90 por ciento de mujeres y un 10 por ciento hombres.
HASTA 2022 SE HABÍA RECUPERADO UN 80 POR CIENTO
En cada visita preventiva semanal, las usuarias reciben preservativos para prácticas seguras; cuando se les detecta una enfermedad que no se controla con un tratamiento típico, se canalizan a la Secretaría de Salud, para que las dote de su tratamiento como en los casos de VIH.
Los municipios con mayor cantidad de personas que acuden a las revisiones son Tampico con 170; Matamoros de 200 a 250 personas; y Ciudad Victoria luego de la pandemia es la que más falta recuperar la revisión.
En los últimos 6 años, a través de las oficinas municipales del CAIRRS se realizaron 197 mil 391 revisiones ginecológicas, lo que ha permitido que este grupo vulnerable a las enfermedades de transmisión sexual no sean un factor de riesgo para Tamaulipas.
POR NORA ALICIA HERNÁNDEZ HERRERA