Si algo caracteriza el escenario regional tamaulipeco, es la desorientación de la clase política. Los liderazgos construidos por el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, no saben si avanzar o regresarse a avisar; los morenistas, andan como gallina con huevo: no aciertan dónde posar su humanidad.
En el Congreso, los representantes del albiazul, titubean a diario y los alcaldes -la mayoría del PAN- se han acurrucado bajo la sombra de la IV T, con un agregado: nadie les ha dado la bienvenida en forma articulada, organizada.
Reynosa, es el ejemplo más claro de lo que pasa en Tamaulipas. Los Makiavélicos, con todo y el poder que han demostrado, andan de la seca a la meca. Recibieron con fanfarrias a Arnulfo Rodríguez Treviño, líder de la Sección XXX del SNTE, al tiempo de besar la mano del candidato de MORENA al Senado, José Ramón Gómez Leal (JR).
¿Qué hace de peculiar ese paisaje socio político?
Pifia del grupo que comanda Maky en la ciudad demográficamente más importante del estado: la doctora y su familia -incluyendo a Makyito- se lanzaron en los brazos de dos actores quienes, por razones de visión y práctica política, están en diferentes puntos de cuadrante de donde se ha ubicado al gobernador, Américo Villareal Anaya.
Más claro: tanto JR como Arnulfo, siguen siendo representantes sociales que tienen abiertas diferencias con el Ejecutivo estatal.
Si gana JR, pierde Maky.
Si Arnulfo negocia -como ocurrió- pierden los makiavélicos.
No es el desconocimiento de los vericuetos de la política local, lo que hizo perder el equilibrio a la familia de Maky; no, lo que está dominando a buena parte de la clase política tamaulipeca -PRI, PAN, PRD, PV, PT- es el desconcierto generado por tantos y tantos imbricados escenarios.
De otra forma: andan dando vuelcos, como víbora sin cabeza.
En Victoria, es similar la situación.
La lideresa de MORENA, acompaña a JR con tanta alegría, que pareciera que es su candidato. Igualmente: si gana JR, pierde la líder guinda; y lo peor: si triunfa JR, pierden sus jefes.
El PV, fue solo por la Senaduría.
Fatal decisión.
¿Qué hizo a los verdes tomar esa insensata postura?
El sentido común, no.
¿La ambición?
Es muy posible.
Hay escenarios políticos, en que se puede ganar perdiendo.
No es el caso, del aspirante clorofílico, Manuel Muñoz Cano.
¿Qué llevó al MC a no participar en los comicios?
¿Acaso encontraron la piedra filosofal, para convertir en triunfos estridentes las derrotas contundentes?
Los sabios de la Ciencia política, aún no han encontrado esa gema de la alquimia.
¿Qué está apurando a los diputados panistas para sumarse y girar en la órbita parlamentaria de MORENA?
¿Acaso, creen que la IV T, les beneficiará con torrentes de monedas, a la usanza de Cabeza de Vaca?
¿Algún día, veremos en Tamaulipas una clase política para presumir?
Espero verlo, antes de marcharme al Eterno Oriente.
Por José Ángel Solorio Martínez