VICTORIA, TAM.- En 2010, los tamaulipecos mayores de 65 años representaba un 6.3 por ciento y aumentó al 8.2 por ciento una década después, en 2020.
Esta tendencia continuará: el Consejo Nacional de Población, de la Secretaría de Gobernación, con base en Proyecciones de la población de los municipios de México, 2015-2030 y Proyecciones de la población de México y de las entidades federativas 2016-2050, estima que en 27 años más 23.2 de cada 100 tamaulipecos será adulto mayor.
En tres años, en el 2030, un 32.4 de la población de Mainero llegará a esa etapa de la vida y le seguirá la de Llera con 29.5, los dos municipios serán los que cuenten con la población más envejecida de Tamaulipas.
Por su parte Reynosa, con 10.7 por ciento de pobladores adultos mayores y Altamira con un 11.3 serán los municipios con residentes menos “viejos”.
Lo más grave de la situación es que más de 200 mil adultos mayores tamaulipecos sobreviven con menos de 4 mil 300 pesos que ganan al mes por alguna actividad laboral. Ese ingreso es apenas un poco más de la mitad del salario promedio mensual de 7,190 pesos con que cerró 2022. De los 3 millones 527 mil 735 habitantes de Tamaulipas que en 2020 censó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 426 mil 227 eran personas de más de 60 años consideradas adultos mayores.
Por lo que 213 mil 113 son las que verificó el organismo con ingreso menor a 4 mil 300 pesos, Cinco de cada 10 hombres eran activos económicamente por 2 de cada 10 mujeres.
En ambos casos un 56.5 desempeñaba ocupaciones manuales y 42.2 no manuales. Mientras que un 36.9 por ciento de adultos mayores era jubilado y 42.5 se dedicaba a los quehaceres del hogar.
Aunque quisieran por necesidad, gusto o distracción, un 8.5 por ciento de adultos mayores de 85 años y más no podía realizar actividades productivas pagadas por alguna limitación física o mental.
Se trataba de 14 mil 498 tamaulipecos. A la incertidumbre económica se agrega la discapacidad, quizá el mayor obstáculo que enfrenta una buena parte de los 426 mil 227 abuelos tamaulipecos, pues un 51 por ciento la padece; a su vez de esta cifra un 49.9 por ciento era de hombres y un 52 por ciento de mujeres.
Un 59.8 por ciento de las féminas presentaba limitación y 39.6 por ciento enfrentaba alguna discapacidad o problema o condición mental. Mientras que en el caso de los hombres los porcentajes eran de 61.8 y 37.4 respectivamente.
Para ambos los conceptos no pueden matizarse: la limitación se refiere a “poca dificultad para realizar actividades de la vida cotidiana como ver aún usando lentes; oír aún usando un aparato auditivo; caminar, subir o bajar; recordar o concentrarse;bañarse, vestirse o comer y hablar o comunicarse. Discapacidad: se refiere a la población que presenta mucha dificultad o no puede realizar las actividades mencionadas”.
De acuerdo con el censo del INEGI, “cuando tuvieron un problema de salud, 11 de cada 100 personas mayores acudieron a un consultorio, clínica u hospital privado”. Al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recurrió un 40.9 por ciento; a un Centro de Salud, un 20.8 por ciento; a servicios privados un 11 por ciento; al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), 10.4 por ciento; a un consultorio de farmacia, como los Similares, 9.1 por ciento.
Y un 6.2 por ciento buscó atención médica en los servicios que ofrece Petróleos Mexicanos (Pemex) y las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina.
Por Magdiel Hernández