Los informes presentados por la Auditoría Superior de la Federación ante la Cámara de Diputados ayudan a dimensionar los excesos y las irregularidades financieras que se cometieron en la pasada administración.
Destacan en el cúmulo de observaciones las que se realizaron en el área de la salud.
Tan sólo en dos programas, el de “Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral” y el “Fondo de Aportaciones para los Servicios de la Salud”, se detectaron inconsistencias, o lo que es lo mismo, presuntos desvíos por casi 600 millones de pesos.
El dictamen es muy claro: “el Gobierno del Estado de Tamaulipas no realizó una gestión eficiente y transparente de los recursos del programa, ajustada a la normativa que regula su ejercicio y no se cumplieron sus objetivos y metas”.
Otro señalamiento certero: “Infringió la normativa, principalmente en materia de registro e información financiera de las operaciones, servicios personales y adquisiciones, control y entrega de bienes y servicios”.
A la distancia resulta paradójico que la administración cabecista se haya resistido con tanta vehemencia a firmar la adhesión al INSABI, pero los recursos que envió ese instituto para dotar de medicamentos a la población sin seguridad social de Tamaulipas, fueron mal empleados por el Gobierno del Estado.
Se trata de un gasto que se debió haber aplicado en materiales, suministros y servicios generales, y cuyo destino final no se conoce porque nunca se comprobó. Son 353 millones 404 mil pesos que nadie sabe en qué se aplicaron.
También se encontraron múltiples irregularidades en el pago de nómina. En ese rubro suman otros 45 millones de pesos.
Del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud también hay múltiples pagos irregulares que en total sumaron 195 millones de pesos.
La fuga millonaria se dio entre otros conceptos, a través de la adquisición de suministros de laboratorios, productos farmacéuticos para la vacunación universal, y hasta equipo dental.
Lo que hizo la ASF con su informe fue arrojar luz sobre un hecho que al paso de los años se hizo evidente durante la administración panista: el uso discrecional, muchas veces irracional, de los recursos públicos en el Sector Salud.
Y ante esta pequeña muestra develada por el organismo fiscalizador del gasto federal, vuelve a imponerse la pregunta: ¿La Auditoría Superior del Estado de verdad no encontró ni un indicio de irregularidades en el gasto estatal?
La tragedia de los panistas
Si se quiere conocer una de las razones por las que el PAN atraviesa una de sus peores crisis tanto a nivel nacional como en el estado, basta con observar el video que Luis René Cantú publicó ayer en sus redes sociales.
Abrazado de Marko Cortés, ambos con franjas azules pintadas en los pómulos miran a la cámara.
“Estoy aquí con el Cachorro, estamos en reunión de estructuras estatales, ya viene el 24, ya calentamos motores, a seguirle con todo en Tamaulipas mi Cachorro, ánimo”, expresa con fingido entusiasmo el dirigente nacional.
Sobra decir que el espaldarazo para el diputado reynosense fue más celebrado en las huestes morenistas, que entre los panistas tamaulipecos.
Por. Miguel Domínguez Flores