Las pequeñas y medianas empresas (PYME) son fundamentales para el desarrollo económico de México y de Tamaulipas en particular. En México, las PYME representan más del 90 por ciento de las empresas registradas, generan más del 70 por ciento del empleo y contribuyen con cerca del 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país. En Tamaulipas, las PYME son igualmente importantes y representan una gran fuente de empleo y de ingresos para la región. Su importancia radica en la flexibilidad que estas empresas tienen al enfrentarse a cambios dentro de la estructura económica.
Uno de los grandes retos a los que la PYME se enfrentó fue la pandemia de COVID-19, que trajo consigo una serie de cambios en la forma en que las pequeñas empresas hacen negocios. Muchas de ellas se han visto en la necesidad de digitalizarse para poder seguir operando y ofreciendo sus productos y servicios a través de medios digitales. En este sentido, la digitalización se ha convertido en una necesidad para las pequeñas empresas que buscan sobrevivir y crecer en un mundo cada vez más conectado.
La digitalización puede ofrecer una gran cantidad de beneficios para las pequeñas empresas. En primer lugar, puede ayudar a mejorar la eficiencia en la gestión de procesos y la atención al cliente, lo que puede generar mayores niveles de satisfacción y lealtad. Además, puede ofrecer una mayor visibilidad y alcance a nivel local e internacional, lo que puede traducirse en un mayor número de clientes y oportunidades de negocio. También puede permitir a las pequeñas empresas competir en igualdad de condiciones con grandes empresas, ofreciendo servicios y productos de calidad a precios competitivos.
Por otro lado, la digitalización también puede tener un impacto positivo en las finanzas familiares. Al mejorar la eficiencia y la calidad de los servicios ofrecidos por las pequeñas empresas, los clientes pueden ahorrar tiempo y dinero al hacer compras o contratar servicios. Además, formar parte de la red digital permite a las pequeñas empresas ofrecer productos y servicios a precios más bajos, lo que puede beneficiar a las familias al reducir sus gastos. También puede ofrecer oportunidades de empleo y emprendimiento a nivel local, lo que puede tener un impacto positivo en la economía y el bienestar de las familias.
Es importante destacar que la digitalización no es una tarea sencilla, especialmente para las pequeñas empresas que pueden no contar con los recursos y la experiencia necesarios para llevar a cabo una transición exitosa. Sin embargo, existen diversas herramientas y recursos disponibles para facilitar este proceso, como plataformas de comercio electrónico, herramientas de marketing digital, programas de capacitación y asesoría especializada.
En resumen, que las pequeñas empresas migren a la digitalización se ha convertido en una necesidad para este tipo de negocios que buscan sobrevivir y crecer en un mundo cada vez más conectado. Y un fenómeno como la pandemia ha demostrado la importancia de hacer la transición hacia el uso de redes y medios digitales para el negocio. Además, la digitalización puede ofrecer beneficios tanto para las pequeñas empresas como para las finanzas familiares, al mejorar la eficiencia, la calidad y la competitividad de los servicios ofrecidos. Es importante fomentar la digitalización y ofrecer herramientas y recursos para facilitar este proceso, a fin de promover el crecimiento y la prosperidad de las pequeñas empresas y las familias que dependen de ellas.
Por Angélica González López