La ética es la rama de la filosofía que se ocupa del estudio de la moralidad y de los valores que rigen el comportamiento humano. La ética se enfoca en la evaluación de lo que es correcto o incorrecto, justo o injusto, bueno o malo en la conducta humana. La ética se ocupa de las normas y valores que rigen el comportamiento de las personas, y se ocupa de preguntas como: ¿qué es lo correcto y lo incorrecto?, ¿cómo debemos comportarnos?, ¿cuáles son nuestros deberes y obligaciones?, ¿cómo debemos tratar a los demás?, ¿cómo debemos tomar decisiones difíciles? En resumen, la ética se ocupa de los fundamentos de la moralidad y los valores que son importantes para la vida humana.
La ética y la política están relacionadas en varios aspectos, ya que ambas tienen que ver con la toma de decisiones que afectan a la sociedad y al bienestar de las personas. En primer lugar, la ética puede ser vista como una guía para la toma de decisiones políticas, ya que proporciona un marco de referencia moral para evaluar la justicia, la equidad y la responsabilidad en las políticas y acciones gubernamentales. Por otro lado, la política también puede influir en la ética al establecer leyes y regulaciones que rigen la conducta humana. La política puede ayudar a fomentar valores éticos y morales en la sociedad a través de la educación, la promoción de los derechos humanos y la creación de programas que promuevan la justicia social y la equidad.
La ética en la política mexicana ha sido un tema controvertido durante décadas debido a diversos casos de corrupción, nepotismo y violaciones a los derechos humanos por parte de funcionarios y líderes políticos.
Aunque sea poco a poco existen esfuerzos para ir mejorando, en los últimos años ha habido un mayor énfasis en la promoción de la ética en la política mexicana. En 2015 se aprobó la Ley General de Responsabilidades Administrativas, que establece sanciones para los servidores públicos que incurran en actos de corrupción y establece un sistema de declaraciones patrimoniales, de intereses y fiscal para los funcionarios públicos.
Además, hace años se creó el Sistema Nacional Anticorrupción, que tiene como objetivo prevenir, investigar y sancionar la corrupción en el gobierno y en el sector privado.
A pesar de estos avances, aún persisten casos de corrupción y falta de ética en la política mexicana. Es necesario seguir trabajando en la promoción de valores éticos y en la implementación efectiva de las leyes y mecanismos de transparencia y rendición de cuentas para garantizar una política más ética y responsable en México.
Por Mario Flores Pedraza