LO CLARO. ¡Vaya que es trascendental el considerar la formación educativa a partir de un modelo integral!
La humanística considera en esa composición el que los alumnos no solamente reciban en las aulas, teoría y conocimientos científico-prácticos.
Es indispensable que ese criterio formativo acompañe a la ciencia con el profundo sentimiento de arraigo a los valores que dan causa a la sociedad donde el alumno es educado.
Así, la academia tiene en el respeto a los ideales patrios un valor fundamental formativo que se observa con un obligado respeto cívico.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas fomenta esa integralidad considerando elementos que anclan en el espíritu de su alumnado, el arraigo y consideración a elementos propios que identifican a nuestra nación.
El 24 de febrero se conmemoró un aniversario más en el que presentamos respeto y honramos a la insignia nacional. Representada por la bandera y su escudo patrio.
La UAT participó en el tributo rendido por las autoridades estatales y en cada plantel institucional de la Casa de estudios en el estado. Enalteciendo y dando fe a los alumnos y sociedad en general de la causa que da identidad a cada mexicano.
LO OSCURO. Existen muchos elementos probados que nos impiden continuar dando crédito absoluto a noticias o rumores que se comparten en redes sociales con la finalidad de lograr un cometido que en su resultado, no se da.
Durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial IISGM este ‘artilugio’ se dio en llamar “el fenómeno Goebbels”; atendiendo al nombre del jefe impulsor propagandístico del Fürer Adolfo Hitler.
Era, en su genialidad, el encargado de crear ideas descabelladas que transmitía por los medios a su alcance para generar ambiente de caos y caldear los ánimos, de modo que bajaban las expectativas de éxito de los enemigos de la Alemania nazi. En todo el mundo.
Una estación de radio inclusive fue utilizada para tal fin, donde el efecto de las notas que salían al aire causaba estragos en el ánimo afligido de las fuerzas americanas.
Epidemias de Viruelas falsas, exageración de notas, como la presencia de millones de soldados nazi ocupando territorios de Europa; cuando nunca existieron tales números de tropas.
En la modernidad y tras la postguerra el fenómeno Goebbels no deja de mantener sus efectos y presencia.
No se demerita ningún centímetro de la causalidad, terror y muerte que le significa al mundo la terrible guerra que enfrenta Ucrania con Rusia.
Sin embargo, el dejar correr la nota con tintes escalofriantes daba por resultado que los habitantes de la sierra tarahumara se aprovisionaran ante el inminente apocalipsis que vendría con el inicio del escenario bélico en aquél lado del mundo.
El H1N1 o gripe aviar; el caos ocasionado por el agotamiento de los pozos petroleros en actual explotación; el inminente quiebre económico ocasionado porque el PRI dejase en manos del PAN aquél periodo transitorio gubernativo del año 2000; el que le siguió, el actual y seguramente el que vendrá.
Hoy hablamos de un país empobrecido; con alto índice de marginación y expectativas de hundimiento en cualquier minuto; con ninguna alternativa de generación de empleos y una precariedad que quizá no está prevista ni en la Biblia.
Quizá todo es verdad.
Pero ese escenario que nos refleja la falta de opciones para que cada mexicano logre llevar el sustento a la mesa de su hogar, igual y peor al que pintaba Ismael Rodríguez e interpretase Pedro Infante en el Cine de Oro (Nosotros los pobres), no dista de las estrategias de Goebbels.
Según los datos de INEGI a 2022, de 60 millones de personas que conforman la población económicamente activa (los que trabajamos) 17 millones estarían en el segmento que ‘apenas’ percibe un salario mínimo como ingreso. Donde una mayoría de este sector lo integran jóvenes y empleos informales. El restante 70% de la PEA ganamos más de un salario mínimo.
Pero esa no es la métrica a la que nos referimos y no es del menor interés abonar en favor autoridad alguna. Que reconozca o les reclame la patria y sus votantes.
El pasado diciembre –historia auténtica, donde existen grabaciones de voz- una joven argentina aplicó positivamente a un puesto laboral. Su empleadora, la supervisora de recursos humanos Talya Godoy –puede obtener usted esta información en redes- recibió la llamada por la tarde de la nueva empleada que le solicitaba “permiso para faltar en su primer día de trabajo” o en su caso, llegar tarde …“por ahí de las 12 o 1 P.M.” porque tenía cosas que hacer.
Talya se mostraba sorprendida ante la petición; pero antes que aclarar empáticamente el cometido, la chica nueva seguía enviando mensajes de audio que cuestionaba a su superiora sobre las horas de alimentos, si le era posible destinar tiempo a su preparación de ‘Té mate’ y que le dijese cuándo tendría vacaciones y aguinaldo… en caso de que decidiera ella quedarse a laborar. De otro modo, no le servía el encargo.
Esta es la auténtica medida de nuestro mundo laboral.
La industria maquiladora –especialmente la asentada en los límites fronterizos del país- a pesar de la muy arraigada idea de ser ‘mala paga y pocas prestaciones’, sufre los embates de la casi nula especialización en trabajos técnicos de la mano de obra disponible, por la alta rotación. Y en más de las veces a causa de la alta oferta de vacantes.
Entre empresas del mismo sector, jalonean la disputa por los operarios y su contratación.
La industria de la construcción es otro ejemplo de la mano de obra con alto valor monetario y gran rotación del personal. Operadores de maquinaria y la albañilería en general, una constante de alta movilidad laboral.
Los operadores de transporte de carga, los paileros y podemos continuar con una lista no menor de algo que nos resulta inverosímil, considerando las tendencias ominosas que señalan que no hay oportunidades laborales.
COLOFÓN: En breve existirá de nuevo una vacante (política) con paga de 108,000 pesos al mes. En razón de ese tope salarial, los demás puestos hacia abajo experimentaron el fenómeno de la joven que atendió Talya.
Parecida a una entrevista del departamento de recursos humanos de partido alguno, con cualquier político contratado para atender una curul. Hay talento… falta llevarles a la casa la ‘chamba’. El home office cobra su factura.
Por Alejandro de Anda
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