En abril de 1947 Bernard Baruch fue un financiero, estadista, y quien fue asesor de los presidentes de Estados Unidos Woodrow Wilson y Franklin D. Roosevelt en asuntos económicos. Dijo en un discurso que dio ante la Cámara de Representantes de Carolina del Sur, “No nos engañemos hoy estamos en medio de una guerra fría”, término que a partir de entonces fue utilizado para describir el estado en que se encontraban las relaciones entre EE. UU.
y la URSS e implicó una fuerte escalada armamentista, ya que tanto EE. UU. como la URSS acumularon armas nucleares con capacidad para destruir todo el planeta, y que tuvo su momento más álgido en 1962 con la llamada Crisis de los Misiles, cuando Cuba y la Unión Soviética acordaron instalar misiles nucleares en territorio cubano y que estuvo muy cerca del inicio de una guerra nuclear.
El 18 de marzo de 2014, Rusia oficializó la anexión de Crimea y esto provocó que los países afiliados a la OTAN y algunos otros, empezaran a rearmarse por la desconfianza y temor ante las acciones rusas, que el año pasado culminaron con la invasión a Ucrania.
El día 13 de este mes el Instituto Internacional para la Investigación de la Paz (Sipri), que es un instituto sueco cuyo objetivo es: “realizar estudios científicos sobre la cooperación y los conflictos con el fin de contribuir a la comprensión de las condiciones necesarias para la resolución pacífica de los mismos y el mantenimiento de una paz duradera”, publico su informe quinquenal sobre el comercio global de armamento, revela que las grandes potencias se están preparando para una posible guerra. Los principales comentarios del reporte son:
• La exportación de armas de los EE. UU. representó el 40% de las exportaciones mundiales de armas.
• Rusia bajó el nivel de exportación
al 16% principalmente para surtir a sus propias tropas en Ucrania y subir el nivel de armamento en su país, aunque subió en un 39% la exportación de armas a China y un 44% a Egipto.
• Los estados europeos de la OTAN aumentaron sus importaciones de armas en un 65%, ya que trataron de reforzar sus arsenales en respuesta a la percepción de una mayor amenaza por parte de Rusia.
• En lo que respecta a Europa, hay valores de aumento especialmente significativos en Holanda (307%), Noruega (285%) y Polonia (65 %).
• China está reduciendo de forma muy importante sus exportaciones
de armas, mientras que sus vecinos están aumentando sus importaciones; Japón (171%), Filipinas (64%) y Corea del Sur (61%). Probablemente China está incrementando sus propios arsenales.
Sin embargo, no todo es lo referente al comercio de armas, sino el desarrollo tecnológico para situaciones de guerra. Vladimir Putin afirmo que tiene desde misiles intercontinentales hasta cohetes hipersónicos y armas con rayos láser y fueron diseñados por Moscú, según el mandatario, en “respuesta a la salida unilateral del tratado de defensa antimisiles por parte de Estados Unidos”.
China por su parte mostró el misil Dong Feng 17 en 2019, que carga un vehículo planeador hipersónico (VPH) y puede maniobrar a través de la atmósfera con una casi impredecible trayectoria, lo que lo hace muy difícil de interceptar.
Por otro lado, durante una entrevista sostenida a Michel Flournoy quien fue directora de política de estrategia del Pentágono para el Atlantic Council el pasado 6 de octubre de 2022 se mencionó que existen reportes de inteligencia de los EE. UU. donde el presidente Xi Jinping pidió a los altos mando del ejército desarrollar las capacidades necesarias para conquistar Taiwán en 2027.
Durante esta entrevista, la Sra. Flournoy estuvo dando detalles de que se debía hacer para defender a Taiwán ante un ataque del Ejército Popular de Liberación de China, que sin duda solo incluyó información que no contiene puntos sensibles de defensa, pero creo que estuvo más orientada para avisar a China que están listos para hablar del tema públicamente de forma que el ciudadano norteamericano tuviera en mente que eso podía pasar y algo de lo que podría suceder.
El hecho es que como dijo Bernard Baruch: “No nos engañemos hoy estamos en medio de una guerra fría”, y nadie sabe en que podrá terminar. Pero vale la pena tener en mente lo que dijo alguna vez Albert Einstein «No sé con qué armas se combatirá la Tercera Guerra Mundial, pero la IV Guerra Mundial se peleará con palos y piedras».