Desde que comenzó su gestión como gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal insistió en que una de sus prioridades sería trabajar para regresar la tranquilidad a los tamaulipecos que viven en zonas en donde el problema de inseguridad fuera preocupante.
También, fortalecer las relaciones interinstitucionales con los demás niveles de gobierno, para avanzar en el fortalecimiento del clima de seguridad y confianza ciudadana en las autoridades y que ello se tradujera en una mejor percepción pública.
Bien, la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) correspondiente al primer trimestre de este año, confirma que la estrategia implementada en los últimos seis meses está funcionando en Tamaulipas. Lo que sucede en la mayor parte del país es otra cosa y es responsabilidad del gobierno federal que prefiere repartir abrazos que aplicar la ley, pero en lo que corresponde a nuestro estado, el panorama es distinto.
Y sí, aunque los adversarios de Villarreal han tratado de imponer la narrativa de que desde que llegó se descompuso el tema de la seguridad, lo que muestra el documento elaborado por el INEGI con base en lo que perciben los ciudadanos es diferente.
La ENSU, por ejemplo, sigue colocando a Tampico como la ciudad más segura de Tamaulipas y la sexta a nivel nacional. Pero no es todo, pues otras como Nuevo Laredo, Reynosa y hasta Ciudad Victoria tienen avances en la sensación de seguridad que tienen los habitantes, cuando se compara abril respecto al mes inmediato anterior.
En especial, Nuevo Laredo es la ciudad fronteriza que obtuvo mejores números en cuanto a la percepción de seguridad de sus habitantes, pese que tradicionalmente ha sido una localidad que por su ubicación geográfica y la dinámica económica que la envuelve, es escenario de numerosos delitos tanto del fuero común como de alto impacto.
En el puerto fronterizo, el gobierno morenista de Carmen Lilia Canturosas Villarreal ha logrado establecer una coordinación eficaz con el gobierno estatal y la Federación, para contener los índices delincuenciales, generando una imagen aceptable para sus residentes.
Pero el caso más ejemplar es el de Tampico, en donde gobierna el PAN, pues la metrópoli del sur se ha consolidado como la ciudad en donde sus habitantes se sienten más seguros. Es, en el contexto nacional, la sexta con mejor clima de tranquilidad y confianza lo mismo para la gente que para los inversionistas.
Un común denominador es el trabajo desplegado por los integrantes de las Mesas de Seguridad del sur y de Nuevo Laredo, en donde empresarios, sociedad civil y autoridades de los tres niveles de gobierno, incluidas fuerzas federales, han dado un puntual seguimiento a la problemática, diseñado estrategias y aplicado acciones conjuntas en materia de prevención y atención de casos en los que se configuran delitos.
Todos los días, Américo sostiene reuniones con miembros de la Mesa de Coordinación de Paz y Seguridad en la capital o donde esté de gira. A diario, se conoce el reporte de lo sucedido en cada ciudad importante y municipio pequeño, se revisa la estrategia y se da seguimiento a lo que ha funcionado.
El trabajo en el rubro de seguridad en estos tiempos de la Cuatroté en Tamaulipas nos indican que hay un cambio en la manera en que la gente percibe el trabajo coordinado, que escapa a las diferencias ideológicas de los gobernantes, pues lo mismo en ciudades gobernadas por Morena como Nuevo Laredo, Reynosa y Victoria que en Tampico, en donde Chucho Nader ha consolidado al puerto entre las primeras seis más seguras en México.
¿Hay motivos para decir que estamos mejor en seguridad? Por supuesto. Las condiciones en general son mejores, se perciben favorables y eso se refleja en la certidumbre empresarial, en la confianza de la gente y en lo que los mismos ciudadanos dicen.
Claro, por la complejidad de sus actividades económicas, la diversidad regional y por las mismas costumbres que han permeado en amplias capas de la sociedad desde hace décadas, hay situaciones focalizadas que son las excepciones de la regla. Pero de que hemos avanzado, no hay duda: Los números y la percepción ciudadana lo confirman.
MORENA TIENE MÁS OPCIONES EN TAMPICO
En el escenario político de la zona sur, la variedad de opciones emergentes es la constante en los dos principales partidos.
En la ruta hacia los compromisos electorales de 2024, el PAN tiene una baraja de aspirantes que se ha venido proyectando gradualmente pero en forma constante en los últimos meses. Es en Tampico en donde la competencia será complicada.
Por Morena se ha mencionado a la diputada Úrsula Patricia Salazar, la ex diputada priísta y funcionaria estatal Olga Sosa, así como la regidora Mónica Villarreal Anaya, pero por los varones se incluye en la lista al coordinador de asesores del gobernador, Alejandro Rábago y ahora al jefe de la Oficina Fiscal, Fernando Manzur Nader.
Aunque Fernando Manzur tiene una trayectoria dentro de Morena que abarca desde su fundación y la pasada campaña del ahora presidente López Obrador, mantiene vínculos fuertes con el círculo influyente de Morena a nivel nacional, ha realizado un trabajo de territorio, discreto pero eficaz en el fortalecimiento del proyecto de Américo Villarreal en Tampico.
¿Una de las pruebas de ello? El trabajo social y acciones asistenciales que realiza al frente del Grupo Eslabón, que sin hacer ruido tiene ya una vasta estructura territorial en casi 200 secciones del puerto. Las cosas se ponen interesantes para los contendientes morenistas en el puerto.
POR TOMÁS BRIONES
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