Van y vienen múltiples mensajes en torno a la sucesión en la alcaldía de Tampico, un municipio harto codiciado por partidos y grupos políticos.
El Ayuntamiento porteño despierta interés por múltiples razones -sociales, económicas, electorales- pero acaso la más importante sea que de unos años a la fecha se consolidó como la ciudad tamaulipeca más relevante en el contexto nacional.
Como se acerca el inicio del proceso electoral 2023-2024, igual que en otras latitudes de la entidad, durante las últimas semanas se ha desatado la fiebre por las candidaturas.
Pero primero lo primero: Tampico es gobernado actualmente por Jesús Nader, el activo más importante con que cuenta el Partido Acción Nacional en Tamaulipas.
Y el alcalde ha dejado claro que pretende ejercer su posición como alcalde hasta el plazo que dicte la ley.
Encabeza desde la Presidencia Municipal una de las épocas de mayor desarrollo económico para la ciudad en su historia moderna y no quiere desaprovechar esta inercia positiva.
En el terreno político, sabe bien que más allá de las presiones que puedan imprimir otros grupos como los cabecistas, él lleva mano para designar al candidato que compita por sucederlo, de la misma manera que tiene capital suficiente para articular sus propias aspiraciones para el 2024.
Cualquier otra cosa sería un despropósito que el PAN pagaría muy caro, en un momento en el que las preferencias electorales a nivel estatal favorecen claramente a Morena.
La baraja de Chucho en este momento se limitaría a tres opciones: la diputada federal Rosa María González Azcárraga, el diputado local Mon Marón y el Secretario de Servicios Públicos, José “Pepe” Schekaibán.
A los tres les ha abierto la puerta en mayor o menor medida.
Chucho entiende de estrategia política. Un día invita a uno a inaugurar una obra, luego se hace acompañar por alguno más en un evento deportivo, o se fotografía con alguien en otra oportunidad.
Pero en los últimos días el alcalde le dio una vuelta más a la tuerca.
El 1 de mayo, en pleno feriado por la conmemoración del Día del Trabajo, Nader mandó un nuevo mensaje, mucho más prístino que todos los anteriores.
Lejos de las cámaras de los medios, y luego de encabezar la ceremonia oficial, visitó en sus respectivas sedes a los agremiados de los Sindicatos de Albañiles, Terrestres y Choferes.
Ahí se hizo acompañar por Pepe Schekaibán, a quien los trabajadores recibieron al grito de “¡Pepe, Pepe!”.
Luego, en su mensaje, dejó una frase que difícilmente puede despojarse de significado político: dijo, palabras más, palabras menos, que el actual Secretario de Servicios Públicos, seguirá trabajando por Tampico.
Ayer, por cierto, Schekaibán acudió en representación del alcalde a la celebración del Día de la Santa Cruz, organizada por la CMIC.
Ahí están los mensajes y las señales de Chucho sobre quién aparecerá en la boleta para sucederlo.
Ahora bien, ninguno de los integrantes de esta terna podría darse por satisfecho, ni soltar campanas al vuelo.
Aún faltan al menos seis meses para las definiciones y muchas cosas pueden pasar.
La disciplina y la lealtad son virtudes bien valoradas por el alcalde y los panistas del sur.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
