El pasado 6 de mayo de 2023, el Rey Carlos III fue finalmente coronando en la Abadía de Westminster tras meses de preparativos después del fallecimiento de su madre, la Reina Isabel II, a los 96 años, siendo ella la monarca con el reinado más largo en la historia del Reino Unido al haber ocupado el trono durante 69 años.
Ahora él se convierte en el nuevo jefe de Estado del Reino Unido y soberano de los 14 reinos de la Mancomunidad de Naciones, siendo su avanzada edad y bajo índice de popularidad algunos de los retos que deberá enfrentar. Claro está que un evento de este tipo y magnitud no se había dado desde la coronación de su madre en 1953, pero, a pesar de la gran cantidad de años entre ambos, estos fueron muy similares debido a lo que dictan las tradiciones y el protocolo de la realeza británica.
Iniciando a las 10:20 am, la extensa procesión real salió del Palacio de Buckingham para lograr llegar alrededor de las 11:00 am a la Abadía de Westminster.
Tras dos horas de ceremonia, donde se proclamó y coronó al Rey Carlos III, él y la ahora Reina Consorte Camila salieron de la abadía e iniciaron la procesión real de regreso al palacio, saludando a los cientos de personas que se reunieron para presenciar el evento histórico.
Para finalizar las celebraciones establecidas para el público, después del saludo real, varios miembros de la Familia Real acompañaron a los monarcas en el famoso balcón de Buckingham para ver el desfile aéreo de las Fuerzas Armadas del Reino Unido.
De esta manera que el Rey Carlos III se convirtió en la persona más longeva en ascender al trono con 74 años, aunque él ya había asumido ciertas responsabilidades de un monarca durante el reinado de su madre debido a su avanzada edad.
En una monarquía parlamentaria como la del Reino Unido, el Rey es el jefe de Estado de un país, no un jefe de Gobierno.
Mientras que gobierna el Primer Ministro, siendo este el líder del partido de la mayoría de la Cámara de los Comunes, el Rey ocupa un papel más ceremonial y simbólico, recibiendo a los jefes de Estado de otros países en las residencias de la Familia Real e iniciando el año del Parlamento con un discurso ceremonial.
También se encarga de formar y disolver el gobierno antes y después de una elección general de los miembros de la Cámara de los Comunes.
Políticamente, siempre debe mantenerse neutral y recibir semanalmente al Primer Ministro, quien lo informa sobre lo que el gobierno está llevando a cabo y además puede hacer peticiones o sugerencias para ayudar a mejorar el posicionamiento del Reino Unido a nivel internacional por medio de la extensión de invitaciones a jefes de Estado y Gobierno de otros países a visitar el Palacio de Buckingham, o ejerciendo su rol de soberano en los territorios que conforman la Mancomunidad de Naciones.
No obstante, el mayor reto que el Rey deberá enfrentar es el bajo índice de popularidad que él tiene actualmente. Mientras que la Reina Isabel II tenía un 80% de aprobación del pueblo británico el año pasado, el Rey Carlos III solo tiene un 59%, de acuerdo con una encuesta de la BBC.
Esta mala imagen del Rey se debe en gran medida a su matrimonio y posterior divorcio de Diana Spencer, mejor conocida como Diana, Princesa de Gales.
A más de dos décadas de ambos eventos, y tras el sorpresivo fallecimiento de Diana en un accidente automovilístico en París en 1997, la realidad es que muchos británicos aún la recuerdan con mucho cariño y continúan repudiando al Rey tras haberla engañado durante varios años con su actual esposa, la Reina Consorte Camila.
Además, una creciente cantidad de jóvenes piensa que el jefe de Estado debería ser electo por medio del voto, demostrando que las nuevas generaciones no muestran un gran afecto y respeto a la Familia Real como lo hacían las generaciones anteriores.
Esto también es resultado de los escándalos en los que otros miembros de la casa de Windsor se han visto envueltos, entre los que destacan las acusaciones de abuso sexual del Príncipe Andrés, el Duque de York.
Es en este complicado panorama en el que el Rey Carlos III inicia su reinado, finalmente ejerciendo el rol para el cual literalmente se le estuvo preparando desde que nació. Quedará ver cómo es que él solucionará tanto los problemas actuales como los que vendrán a futuro.