Por su ubicación geográfica y su situación económica y social, Tamaulipas es una de las entidades del país con mayor movilidad. Por aquí pasan miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, pero también devuelven a miles que son deportados.
Al mismo tiempo, Tamaulipas recibe a población de otras entidades del sur del país que llegan a buscar trabajo en industrias como la maquiladora.
Y también expulsa a personas que salen a otras regiones del país para estudiar o trabajar. La entidad es el cruce más corto para llegar a Estados Unidos desde los países del sur, sin embargo, también se ha convertido desde el 2010, en uno de los más peligrosos para los ciudadanos de otros países que buscan alcanzar el llamado “sueño americano”.
En 2019, antes de la emergencia sanitaria provocada por el virus del sars-CoV-2, entre vehículos de pasajeros, peatones y camiones se registraron más de 47 millones de cruces regulares hacia Estados Unidos, pero para 2021 el flujo disminuyó a 28.5 millones. Mientras que los cruces irregulares, de acuerdo con datos de la Encuesta sobre Migración en la Frontera Sur de México, del total de las personas que fueron devueltas por autoridades de Estados Unidos, 64 por ciento dijo haber cruzado por Tamaulipas.
En cuanto a los flujos provenientes del Triángulo Norte de Centroamérica (TNC), 49.3 por ciento de las personas de origen guatemalteco, 53.9 por ciento de las hondureñas y 76 por ciento de las salvadoreñas señalaron los municipios de Nuevo Laredo, Matamoros y Reynosa, como el lugar de cruce. Pese a esta situación de dinámica de movilidad transfronteriza, Tamaulipas no cuenta con una ley de migración local, que otorgue el marco normativo indispensable a las estrategias y acciones dirigidas a atender las necesidades de las personas migrantes en la entidad.
Solo se cuenta en el estado con el Instituto Tamaulipeco para los Migrantes, el cual fue creado en 2011 como respuesta inmediata a la masacre ocurrida en 2010 en San Fernando.
En cuanto a la migración interna, la entidad recibe personas migrantes de estados vecinos que buscan empleo en actividades agrarias o en la industria maquiladora; según el Censo de Población y Vivienda 2020, de 97.7 mil personas que llegaron a la entidad de otros estados, 44.2 por ciento llegó a trabajar, destacando el aumento de mujeres que llegan a prestar sus servicios como pizcadoras, empacadoras o trabajadoras del campo.
Tamaulipas no es un destino para personas extranjeras, sino más bien de personas que emigraron al extranjero y es uno de los puntos de circulación y cruce hacia Estados Unidos más importantes del país por ser parte de la ruta del Golfo.
En esta convergen diversos fenómenos como el tráfico ilícito de personas migrantes, así como escenarios de violencia, de muertes y de desapariciones de personas, principalmente provenientes de Centroamérica. De acuerdo con el Diagnóstico de la movilidad en Tamaulipas de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, Tamaulipas (21,721 personas) ocupa el tercer lugar en el ranking nacional, solo después de Baja California y Chihuahua, de personas que estudian o trabajan en Estados Unidos. De esta población transfronteriza que reside en el estado, 61 por ciento nació en Estados Unidos; 55 por ciento trabaja y 43 por ciento estudia en ese país y tiene una edad mediana de 23 años, la mayoría de ellos viven en municipios fronterizos. De acuerdo con los resultados del Censo de Población y Vivienda 2020, entre 2015 y 2020 casi 18,000 personas de la entidad emigraron y hoy viven en el extranjero. La estadística de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas registró 5,122 eventos de repatriación de personas tamaulipecas por parte de las autoridades migratorias de Estados Unidos.
Si bien los eventos de repatriación disminuyeron entre 2019 y 2021, los correspondientes a niñas, niños y adolescentes se han incrementado, pasando del 28 por ciento en 2019 a 45 por ciento en 2021. Otro aspecto que es importante destacar es que de los 2,294 repatriaciones de niñas, niños y adolescentes registrados en 2021, 96 por ciento eran del sexo masculino, 99 por ciento tenía entre 12 y 17 años y 98 por ciento no estaba acompañado.
Es decir, casi la mitad de las repatriaciones de personas tamaulipecas desde Estados Unidos fueron adolescentes hombres no acompañados, teniendo como principal causa de emigración, motivos laborales y económicos. Lo que pone en evidencia el diseño de estrategias dirigidas a la generación de empleos dignos puede evitar que este flujo salga en el futuro próximo, pues sería parte de la población económicamente activa.
Sin embargo, Tamaulipas también es destino de personas extranjeras, en 2020 se registraron 68,339 personas nacidas en el extranjero y que viven en la entidad, 47.7 por ciento son mujeres y 52.3 por ciento hombres. La mayoría de ellos (89%) son de Estados Unidos, el 3.1 por ciento de Honduras, 1.9% de Cuba y el 1 por ciento de Venezuela, siendo Matamoros donde se concentra un poco más de la mitad de la población extranjera, seguida de Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo y Miguel Alemán, principalmente, de las que el 63 por ciento tiene menos de 18 años y el 90 por ciento es hijo o hija de padre, madre o ambos mexicanos.
Entre 2015-2020 llegaron a la entidad poco más de 18,000 migrantes internacionales, de los cuales 43.8 por ciento lo hizo para reunirse con su familia y 14.9 por ciento porque fueron deportados de Estados Unidos.
En 2019 se registraron en Tamaulipas 378 Tarjetas de Residente Permanente (TRP), y para 2021 fueron 672, un aumento de 78 por ciento en ese periodo, siendo las principales nacionalidades, Honduras (31%), Venezuela (13%), El Salvador (10%), Guatemala (7%) y Cuba (7%). Del total de las tarjetas de residentes permanente emitidas en 2021, hubo 194 por condición de refugio, la mayor parte de ellas se emitió en Reynosa (91) y en Matamoros (57).
MIGRANTES EN TRÁNSITO EN SITUACIÓN IRREGULAR
Lo más preocupante para las autoridades en Tamaulipas, es sin duda el tránsito de personas migrantes en situación irregular, mismo que ha crecido en el país debido a la crisis de violencia generalizada, la pobreza, inseguridad y distintos tipos de desastres naturales.
En 2019 se registraron en Tamaulipas 10,405 eventos de presentación de migrantes ante una autoridad, por no contar con papeles que acrediten su estancia legal, para 2020 se incrementaron a 16,164, ello, pese a ser un año donde las restricciones a la movilidad a causa de la pandemia por covid-19, redujo los flujos en tránsito.
Para 2021, el número de eventos de presentación y canalización subió a más del doble, con 24,929 eventos, principalmente en Reynosa (17,348), Nuevo Laredo (3,254), Tampico (1,999) y Altamira (873), de los que el 57 por ciento correspondió a personas provenientes de Honduras, (24%) a guatemaltecas, (11%) a salvadoreñas y 4 por ciento eran haitianas.
A partir de esta información, es posible observar que Tamaulipas es una entidad clave para los flujos migratorios irregulares en tanto forma parte de la ruta del Golfo, la cual es una de las más usadas. Por otro lado, el número de personas que fueron devueltas por retorno asistido aumentaron en términos absolutos, al pasar de 4,886 eventos en 2019 a 8,617 en 2021.
Por el contrario, las devoluciones de personas menores de 18 años disminuyeron en 2021 en comparación a 2019 al pasar de 1,725 a 471 niñas, niños y adolescentes devueltos por retorno asistido. Los aumentos en la migración irregular se dan en un contexto de violencia en el país que está asociada al narcotráfico y al enfrentamiento de grupos criminales, por lo que los traslados de estas personas por el país, especialmente en determinadas zonas, resulten riesgosos.
Entre 2016 y 2021 se registraron en Tamaulipas 334 delitos en contra de personas migrantes en situación irregular, ubicando a la entidad en el cuarto lugar nacional después de Chiapas, Oaxaca e Hidalgo en esta situación. De 2005 a 2015 en Tamaulipas se registraron altos niveles de violencia, aunque fue en 2010 cuando en la entidad se percibió un recrudecimiento de tal circunstancia; a partir de lo que se han contabilizado diversos sucesos de desapariciones y fallecimientos también de personas migrantes provenientes principalmente de Centroamérica.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía, reporta que entre 2017 y 2020 murieron en la entidad 129 personas extranjeras en movilidad por motivos de violencia y accidentes, el 55 por cienti eran de algún país de América Latina y el Caribe. Existen casos emblemáticos que han definido el riesgo que representa para las personas migrantes el transitar por Tamaulipas; como la masacre de San Fernando, en 2010, cuando asesinadas 72 personas, 58 hombres y 14 mujeres, provenientes de Ecuador, Honduras, Brasil y El Salvador.
Un año después, en 2011, en el mismo municipio, fueron exhumados 193 cadáveres de 47 fosas clandestinas, en las que se incluía a personas migrantes, aunque pueden ser varios cientos.
Luego en Santa Anita, municipio de Camargo, en 2021, se localizaron restos humanos calcinados de 19 personas, 16 de origen guatemalteco y 3 mexicano, masacre en la que estuvieron involucrados 12 policías estatales.
El Grupo Beta Matamoros rescató en ese mismo año a 162 personas migrantes, mientras la Unidad Especializada en el Combate al Secuestro de la Fiscalía de Justicia de Tamaulipas, tan solo en 2021 rescató a 235 personas migrantes privadas de su libertad, de las cuales 116 fueron secuestradas en Miguel Alemán mientras los captores pedían 7,000 dólares por su rescate.
POR PERLA RESÉNDEZ