Mientras la mayoría de los interesados se enfocan en las candidaturas a las 43 Presidencias Municipales que se disputarán el próximo año, muchos dejan de ver el panorama completo y la oportunidad que tendrán los partidos de buscar un equilibrio entre los distintos grupos y corrientes internas.
Ese equilibrio puede ayudar a mantener la tranquilidad de actores políticos que no han sido tomados en cuenta o recibieron menos de lo que esperaban durante la administración que recién inició. Hay numerosos indicios de que hay elementos importantes que no han recibido en la medida en que aportaron al triunfo de Morena el año pasado.
En Morena, partido que ganó las elecciones por la gubernatura el año pasado, las cosas están intensas y se van a poner más conforme pasen los meses. La definición de la candidatura presidencial que todo indica será para la favorita de Andrés Manuel, va a plantear el reto de que el partido del Presidente sepa comportarse como una verdadera institución política y no solamente como un movimiento amorfo que se sustenta en la fuerza de la figura del Presidente.
Por eso en Tamaulipas las cosas se van a volver más que interesantes, pues mientras quien sea el candidato -o candidata- presidencial querrá promover a sus afines, pagar favores por los apoyos recibidos en la etapa previa y hasta afianzar la continuidad del proyecto con la marca característica de quien seguramente seguirá en la Presidencia, los distintos grupos internos de Morena van a empujar por que haya un reparto lo más cercano posible a la equidad.
Y no será fácil porque coexisten el grupo que tiene mayor poder dentro del gabinete y la llamada Avanzada Tamaulipeca, el ente surgido precisamente para crear un cinturón de apoyo al gobernador Américo Villarreal, con una estructura, recursos y hasta figuras propias que sean leales al proyecto del mandatario. Pero también están quienes se mantienen fuera del gabinete pero mantienen cotos de poder, control político y fuerza suficiente para contribuir a un eventual triunfo -o de obstaculizarlo-. Ellos están a la expectativa.
De esta manera, dentro y fuera del partido a nivel nacional se ve la ruta que seguirán algunas figuras que en el pasado reciente fueron importantes para lograr el triunfo de Morena, ante un cabecismo que recurrió a todo con tal de mantener el poder.
Dese Matamoros a Nuevo Laredo, incluyendo a Reynosa, el padrón electoral concentra la mayoría de los votantes en esa franja. Esos tres grandes municipios concentran también la atención de no pocos simpatizantes de Mario López Hernández, el Alcalde matamorense; Maki Ortíz, ex Alcaldesa de Reynosa y Carlos Canturosas, también exPresidente Municipal de la ciudad que concentra la mayor actividad de comercio exterior del país.
Los tres permanecen a la espera desde hace meses de nuevas oportunidades para contribuir al fortalecimiento del proyecto de Américo en Tamaulipas. Los tres han buscado infructuosamente -o les han ofrecido-, la posibilidad de integrarse al gabinete o a posiciones como el Senado, pero por diversas circunstancias no se han concretado.
Los tres son, además, personajes que dentro de sus municipios poseen una indudable fuerza política, experiencia, conocimiento territorial y por si fuera poco, el poder de influir en el rumbo de los próximos procesos electorales. Una pregunta que ronda en el ambiente desde hace tiempo es ¿qué van a hacer con Carlos Canturosas Villarreal, Maki Ortiz y Mario “La Borrega” López?
De los tres, hasta ahora solamente Carlos Canturosas es el más visible en Tamaulipas. Ha emprendido una intensa campaña mediática a través de redes sociales, con una estrategia que lo hace viral y al mismo tiempo, la recuerda a la gente que es un activo en espera.
Carlos se está promoviendo de manera legítima, buscando obviamente que todos volteen a verlo. Recordando que ha sido institucional y que cuenta con lo necesario para sumar a Morena en los comicios de 2024.
Y aunque no lo dice, hay que saber que Canturosas buscó afanosamente la posibilidad de ser candidato al Senado en los comicios extraordinarios de febrero pasado. Antes, se quedó cerca de entrar al gabinete en distintas posiciones, pero el “fuego amigo” lo bloqueó. El temor a que creciera rápido dentro de la administración fue evidente y lo pararon en seco con intrigas.
Lo que pierden de vista tanto quienes recurrieron al “fuego amigo” para frenar a estos tres personajes de Morena como quienes no quieren que tengan oportunidades de continuar políticamente, es que como están las cosas, con las experiencias personales que han vivido y de acuerdo con las circunstancias que haya, no será tan fácil volver a dejarlos fuera sin correr el riesgo de una ruptura grave que ponga en riesgo la viabilidad de la Cuatroté en 2024.
¿Qué va a hacer Morena con ellos y por ellos? ¿Los van a seguir manteniendo alejados, a sabiendas de que es un error no acercar a quienes ayudaron a que Tamaulipas se sumara a los estados gobernados por ese partido? ¿La dirigencia nacional los contemplará o no para el proceso electoral de 2024? ¿Se les va a reconocer de alguna forma lo que políticamente valen y lo que han aportado a la causa?
Responder de manera adecuada a esas preguntas y actuar en consecuencia, con pragmatismo, con objetividad y con inteligencia pueden hacer la diferencia entre un partido que siga avanzando o uno que ceda a los intereses de unos cuantos que promoviendo el “fuego amigo”, han ido sembrando discordia y recelo entre los suyos.
POR TOMÁS BRIONES
abarloventotam@gmail.com