LO CLARO. 70 kilos de carne por año consume cada mexicano. Es el promedio que estima la autoridad en estadísticas y nos coloca en un ranking mundial del 5º país en la ingesta de este producto.
A pesar de las carencias alimentarias, la canasta básica considera este importante insumo y esa proporción que significa una inversión de gran calado.
Hablamos precisamente de la suficiencia alimentaria, que a México le sigue padeciendo el considerar el alimento suficiente y necesario para que su población se encuentre en la línea de bienestar en el rubro.
La academia juega un papel importante y hace su labor.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas realiza las gestiones que permitan al mexicano incorporar un consumo mayor de productos del mar.
Hoy apenas se mantiene una ingesta de 3kg por persona por año de pescado, a pesar de contar con extensos litorales y grandes volúmenes de pesca.
En el mundo la media señala al menos 20kg de pescado per cápita anual.
La cultura de promover alimentos con variantes de sabores que sea procesado a partir de la riqueza del mar, debe ser promovida a otros niveles de excelencia.
Es una fuente de salud inagotable para la mesa mexicana que debe contar con mayor observación de su población.
Debe llegar el día que cambiemos el lema a ‘se va a hacer el pescadito asado’…
LO OSCURO. La particularidad de la Primera Guerra Mundial es tan insólita, como actual.
El imperio alemán y Austria-Hungría, (la Triple Alianza) en un gran bloque en contra del poderío ruso y la corona británica.
No sólo significaba el poder económico del mundo total de aquel 1914.
Sus exponentes eran Guillermo II de Alemania, el zar Nicolás II de Rusia y el rey Jorge V, de Inglaterra. Primos hermanos las tres criaturas. Costaron al planeta miles de muertes.
Las batallas épicas que el mundo recuerde tienen en común los lazos parentescos. No digamos de forma literal, aunque la Biblia relata la muerte de Abel a manos de Caín… con arma contundente.
Según las fuentes religiosas, éste sería el primer crimen cometido por un ser humano bajo el agravante de fratricidio.
La vida se llena de pasajes de enfrentamientos entre ‘los mismos’, que ocupan espacios en los libros, la historia escrita (los D’Onelly vs. los Farrell en Canadá, que desde 1850 existen asesinatos entre ellos y culminan en matrimonio; Sarita y sus hermanos, hijos de José José) y la fantasía convertida en política que quizá, es donde más abundan relatos.
Donald Trump desea nuevamente ser presidente de los EE.UU. en la contienda por la silla que el actual –Biden- dejará el 20 de enero de 2025.
Su primera propuesta hacia el interior de su partido (republicano) presentaba en una especie de alianza o fórmula al gobernador de Florida, Ron DeSantis como su vicepresidente. Una planilla que en las ‘primarias’ le garantizaría a Trump un virtual triunfo por la nominación hacia la carrera presidencial.
Pero DeSantis (“el mojigato”, le apoda Trump) habría objetado la invitación, pues también aspira al cargo máximo. “-Yo no sé lo que es pagar para silenciar a una estrella porno” arremetía en redes sociales en contra de su compañero de partido, tras el escándalo sexual que enfrenta el magnate expresidente.
Se llama a sí mismo “el verdadero rebelde antisistema” y su confrontación que evidencia una fractura importante al interior de los republicanos, hace sonreír a los demócratas, a pesar de que aquellos no demuestran ideas ni talento para buscar asir nuevamente la silla en poder de su correligionario Biden.
La pelea fratricida está mejor que lo que resulte del duelo republicanos en contra de demócratas en la recta final.
No, no estamos tan distintos.
A pesar de los enormes esfuerzos que la senadora María Lilly del Carmen Téllez realiza un día sí y el que le sigue, en vías de posicionar su figura inclusive sobre Creel Miranda por adjudicarse la mejor posición en las encuestas rumbo a la nominación y posterior elección 2024 teniendo como mejor asesor a Fox, que se envestía del primer presidente opositor del México moderno, las cosas por ese departamento no fructifican.
Antes bien, la pelea ‘entre los mismos’ promueve un rating que alienta a ver el desenlace que con curiosidad siguen propios y aliancistas.
“Está peor que el INE”, señalaba en un reclamo airado el diputado Gerardo Noroña respecto de la alusión que –refiere el congresista- “hace el compañero presidente y promueve el sectarismo y la exclusión al no mencionarme en la lista de aspirantes a la sucesión”.
Y remató “¿Cómo puede haber confianza en la realización del método con un trato incorrecto a un compañero caracterizado por su compromiso con el movimiento?”.
Lo anterior, posterior a que el presidente López Obrador apuntara en la conferencia mañanera los nombres de Adán Augusto, Claudia Sheinbaum, Monreal y Marcelo Ebrard como los políticos con posibilidades de sucederlo.
El aludido respondería (sic) “Nada de que ‘yo vengo en la lucha contigo desde hace 40 años y soy solidario y seré candidato a como dé lugar’. No, primo-hermano; no luchamos por ideales… luchamos por principios” “No es de que ‘quítate tú, porque sigo yo’. Ya no queremos al político fantoche”.
Al parecer, poco se necesita a la oposición en estos momentos. Se advierte un escenario que mantendrá atento al conglomerado a pesar de que aún no comienza la batalla.
Ni en Vallehermoso, Tamaulipas se pudo imaginar una historia igual. Y eso que allá fue protagonizada por Julio Alemán e Ignacio López Tarso. Doña Amparo sufría lo indecible de aquél zafarrancho.
COLOFÓN: Subirán de precio las quijadas de asno. Ley de la oferta y la demanda.
Por Alejandro de Anda
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