CIUDAD MADERO, TAMAULIPAS.- Al terminarse el camarón que estaba almacenado para seguir laborando, la situación de las despicadoras comienza a agravarse.
Les espera una larga veda que podría extenderse más allá de lo establecido.
Aureliana Núñez, representante de quienes se dedican a despicar camarón, dijo que para ellas viene la etapa más difícil de esta pausa que inició el 1 de mayo.
Reconoció que les hace mucha falta ese apoyo de BIENPESCA pero también admitió que no pueden quedarse cruzadas de brazos.
«Estamos trabajando en lo que queda, un poco pero ya en estos días se acaba todo, ellas le hacen a todo, a lavar ajeno, venden tamales, venden por Facebook, hacen rifas, nosotras somos guerreras pero sí es muy importante ese apoyo para todas las madres solteras sobre todo», comentó.
«La veda de repente dura tres meses lo que es la ley pero de repente se alarga por eso estamos a la deriva», refirió.
Por Benigno Solís/La Razón