El estado de ánimo del Fiscal Anticorrupción Raúl Ramírez, lo llevó a tomar el segundo aire.
Incluso, obtuvo un segundo amparo para protegerse, los actos que puedan cometer en sus contra los 11 actores que cita en su amparo.
También lo hace, para irse blindando del desprestigio que está obteniendo, en esta nueva etapa que le otorga su encargo.
Pero si bien, esta es una parte primordial para él porque se dice que en Nuevo León, mantiene cierto ‘prestigio’, también es verdad que está soportando las presiones desde Texas.
La Fiscalía Anticorrupción, es una de las trincheras desde donde puede seguir atacando Cabeza de Vaca.
Desde ahí se protege y hasta se pueden hacer estrategias para enfrentar a sus adversarios. Ya de entrada hay tortuguismo para actuar en contra de ex servidores públicos del gobierno del PAN.
Por ello, diputados y actores de Morena así como de Movimiento Ciudadano, observan una clara complicidad en favor de ex funcionarios del gobierno de Cabeza de Vaca y particularmente del ex mandatario.
En esa Fiscalía hay carpetas de investigación en contra de morenistas, tricolores, azules, verdes de casi todos los colores y muchos de ellos, por las versiones de la que habla la clase política, son los hilos que se pueden jalar cuando desde Texas lanza la orden.
Algunos expedientes fueron armados por Javier Castro Ormachea, el primer Fiscal Anticorrupción que impuso el PAN para perseguir a los ex alcaldes y adversarios políticos, que no quisieron operar a favor del sistema.
El premio de ese fiscal, es haberlo convertido en Magistrado con la clara finalidad de protegerlo y es alguien que por cierto, se ha hablado en varias ocasiones en oficinas del tercer piso de gobierno.
Lo que el Fiscal Anticorrupción ha hecho, es mantener sus derechos a salvo pero debe caer en una autocrítica: ¿Todo lo que está haciendo por defender al pasado vale la pena?.
¿Tiene mucho más valor defender una de las trincheras que dejó Cabeza de Vaca para mantener ese poder desde el exilio?.
¿Se imagina hoy, las pláticas que sostienen los abogados, los clientes, las empresas que pudieron conocerlo?.
La opinión y la carrera que tiene el Fiscal Anticorrupción en el vecino estado, ya está cambiando, incluso, se distorsiona y está disminuyendo la confianza hacia él, por tener en un puesto público, la defensa de un particular.
Quienes aparecen en el amparo, pueden atacarlo, pero prácticamente es imposible, porque muchos son de la misma corriente del Fiscal Anticorrupción, por ejemplo, se encuentra Juan José Espino Ascanio Director para la Protección de Personas de la Fiscalía General de Justicia, y hermano del Auditor Superior del Estado Jorge Espino Ascanio.
Ni modo que se vayan en contra de quienes mutuamente se pueden proteger.
POR ARTURO ROSAS H.
