Empresa de Altamira, es la encargada de transformar tapitas y PET que logran recaudar asociaciones civiles en la zona conurbada.
El representante «Rozu Plastics» que se ubica en el Ejido Benito Juárez, Irving Azael Chávez Gallegos detalló que cuentan con todos los equipos necesarios para darle una nueva vida al plástico.
«Nuestro enfoque es reducir la mayor cantidad de plástico virgen y aprovechar el plástico que ya está en el ambiente».
Resaltó que el equipo con que cuenta la compañía tiene una capacidad para procesar hasta 100 toneladas al mes, equivalente de 4 a 6 por día.
La empresa transforma lo que son desechos plásticos de la zona, los convierte en materia prima para fabricar bolsas, de poliducto, etcétera
«Tenemos más de 8 años en la zona y nosotros trabajamos con las asociaciones civiles juntan plástico para apoyar a los niños con cáncer, trabajamos con ellas».
El plástico se puede aditivar y vender a la industria automotriz, ‘plástico reforzado con fibra de vidrio, carbonato de calcio o silicato de magnesio».
«También se puede vender a los fabricantes de poliducto, fabricantes de bolsas, se puede mandar para el bajío, León, Querétaro».
Una parte del plástico se comercializa y otra parte se transforma en la zona, en bolsa de basura, en tapas para botellón para las purificadoras.
Irving Azael Chávez, reconoció que cada vez aumenta más el reciclaje e incluso la empresa puede desarrollar más moldes, hacer la ingeniería.
«Somos alrededor de 12 personas y nos localizamos en el Ejido Benito Juárez, buscamos no meter material virgen, sino el que tenemos darle una doble vida».
Óscar Figueroa/La Razón




