8 diciembre, 2025

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Oposición sin candidatos

TRÓPICO DE CÁNCER/JESÚS COLLADO MARTÍNEZ

El partido en el poder, Morena, ha presentado a la sociedad mexicana una oferta de continuidad en las obras, en las acciones y en la forma de conducir al país, y una oferta de aspirantes a ocupar el cargo de Presidente de México en la persona de cuatro de sus propios integrantes: Claudia, Marcelo, Ricardo, y Adan, y uno por cada partido aliado, Noroña por el PT y Velasco por el PVEM.

Todos conocidos primero como gobernadores, senadores, diputados, y servidores públicos de oposición durante muchos años y ahora como integrantes del grupo en el poder.

En los partidos de oposición no está sucediendo lo mismo. El PAN, el PRI y el PRD se han presentado en alianza con resultados desfavorables, como lo demuestra el hecho de que la mayoría en las cámaras de diputados y senadores es de Morena y de que ese partido, que hace 5 años no gobernaba ningún estado, ahora gobierna en 22 y en la Ciudad de México. La explicación de esos resultados negativos, la falta de propuestas y de candidatos a Presidente podría estar en la historia de cada uno de esos partidos políticos.

Para ello hay que recordar brevemente datos esenciales de su origen. El PRI nació del poder como PNR en 1929, siendo el brazo político de los hombres que consumaron la revolución mexicana para unificar a todos los grupos y obtener la gobernabilidad necesaria para dar estabilidad al gobierno y viabilidad al desarrollo del país, en un largo período en el que toda disidencia “no autorizada” fue reprimida.

El PAN nació en 1938 como la cara política de grupos que representaban, entre otras cosas, al cristerismo y la derecha conservadora e incluso algunos simpatizantes de los nazis, que se organizaron para oponerse al gobierno comunista del PNR-PRM de Lázaro Cárdenas, que no era otro que el gobierno surgido de la revolución mexicana.

El PRD nace en 1989 de la fusión de los partidos comunista y socialistas con la Corriente Democratica que abandonó el PRI, reunidos todos para oponerse a ese partido y a sus prácticas represivas y anti democráticas.

Desde su nacimiento esos partidos, el PAN y el PRD, han luchado políticamente para derrotar al PRI y tal vez por eso, y en el origen de sus integrantes esté la razón profunda del fracaso de la alianza Vamos X México.

Con esos antecedentes hay que hay que agregar que actualmente el descrédito del PRI es tan alto que el 58-59% de los entrevistados en todas las encuestas recientes contestan que nunca votarían por ese partido para elegir Presidente.

Después hay que revisar la poca credibilidad que tiene la alianza de dos partidos, PAN y PRD, que surgieron históricamente para oponerse al PRI y han sido y son responsables directos de su desprestigio durante décadas.

Los dirigentes del PAN y PRD han acusado al PRI de torturar, asesinar y encarcelar a sus dirigentes y a líderes sociales, también los han acusado del latrocinio y saqueo de los recursos de la nación, de nepotismo y corrupción, y de hacer uso de las peores prácticas anti democráticas para impedir su desarrollo político y el desarrollo democrático de nuestro país.

A simple vista parece que esos partidos que ahora son aliados del PRI le deben al pueblo de México una detallada explicación que justifique esa espectacular machincuepa política que representa acusar a un partido de asesino y ladrón y después proponérselo a la sociedad como el mejor aliado.

Merece análisis detallado el profundo desprecio que aún sienten y manifiestan por el PRI y los priistas, los panistas y perredistas radicales, así como la clase media y la sociedad civil que se agrupan alrededor de la alianza Va X por México.

También hay que considerar el linchamiento público del PRI que recientemente ha emprendido el MC a través de su líder nacional y sus personalidades más visibles, quienes afirman que por ningún motivo harán alianza con el PRI o con Morena.

Todo lo cual, en ésta primera aproximación al tema, sirve para entender por qué la oposición, además de no tener propuestas tampoco tiene candidatos. Ni Creel, ni Lily, ni Margarita, ni Xóchitl, ni Anaya, ni Marko, tampoco Alito, ni Beatriz, ni Manlio, ni Enrique el junior, son candidatos confiables, porque los panistas, los priistas y los perredistas no se quieren, no se respetan y no se apoyan entre sí.

Por eso no son capaces de articular propuestas comunes ni de elegir un candidato que los represente a todos. Si no se creen y no se apoyan entre ellos ¿porque les van a creer y apoyar los ciudadanos?

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