En el afán de recuperar el poder y los privilegios que perdió el 2018, el PAN, agrupación de raigambre católica, cristiana y humanista, ha pasado por encima de los principios que le dieron origen y desde el 1989 se ha dedicada a avalar, a cambio de migajas, los fraudes electorales, corruptelas y abusos del PRI.
Y lo que es aún peor, pisoteando los ideales del fundador del instituto político, Manuel Gómez Morín.
Como se sabe, el partido albiazul surgió a la vida política de México el 16 de septiembre de 1939 con dos propósitos fundamentales: combatir al Revolucionario Institucional e impedir el ascenso al poder de la izquierda.
Hoy, a 84 años de su nacimiento, sin embargo, los jerarcas del partido de la derecha, encabezados por Marko Cortés, han traicionado los ideales del instituto político y con el señuelo de sacar a Morena de la presidencia, se han aliado al tricolor y al izquierdista Partido de la Revolución Democrática, a los que se habían comprometido combatir.
Y si, como lo hicieron con Josefina Vázquez Mota en el 2012, decidieran sacrificar a la senadora Xóchitl Gálvez, quien, además de abortista y defensora de la comunidad lésbico gay, se declaró marxista en el foro de Sao Paulo de 2021, la derrota del Frente Amplio Por México estaría garantizada.
No son pocos los panistas que coinciden en que la aspirante presidencial no solo sería una candidata a modo, sino que posee un perfil más afín a la 4T que al PAN, contradicciones que evidencian el grado de extravío a que llegado el panismo.
En temas locales, aunque de ahora al día de la definición de la candidatura de alcalde de Tampico pueden ocurrir muchas cosas, todo apunta a que los candidatos de las principales fuerzas políticas serían Pepe Schekaiban, por el PAN, y la diputada local Úrsula Salazar, sobrina de AMLO, por Morena.
A primera vista el escenario parecería favorable para el secretario de Servicios Públicos, pero las circunstancias de adversidad política para los azules son tan acentuadas, que, contra lo que piensan sus partidarios, será mucho más difícil de lo que se imaginan conservar la plaza política porteña.
Tras el triunfo de Américo Villarreal, los integrantes de las estructuras electorales del priismo, factor determinante para resultado de la competencia, que hace tres años operaron para Acción Nacional, ahora están al servicio de la 4T.
En Madero, en cambio, todo parece alineado para que el diputado Erasmo González Robledo se convierta el 2024 en el sucesor de Adrián Oseguera en el gobierno municipal.
Si ese fuera el caso, ¿qué les darían a Claudio De Leija, Carlo González y Jorge Ruvalcaba para que apoyaran al legislador?
Una curul local o un asiento en la planilla del ayuntamiento, según el peso en votos que representen cada uno al momento de la designación de los elegidos.
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