Tres fotografías del momento político que vive Tamaulipas, a dos meses de que comience el proceso electoral 2024.
1) En Reynosa, el gobernador fue clarísimo: mostró su respaldo total al alcalde que arrastra desde el 2021 una persecución judicial evidente.
Más allá de la opinión que se pueda tener sobre el desempeño de Carlos Peña Ortiz y su familia, se necesita ser muy ingenuo para no darse cuenta de que la denuncia en su contra, y el proceso que vino después, tiene un trasfondo político, relacionado con el enfrentamiento de Maki contra los cabecistas, a quienes ha borrado del mapa político de su ciudad natal.
Así, por un lado el gobernador fijó su postura ante la posibilidad de que la Fiscalía cayera en la tentación de volver a instituirse como herramienta electoral, y por el otro, refrenda la alianza que signó desde hace un par de años con Maki y su hijo.
Se disuelven además las pocas dudas que había: Carlos Peña será el candidato de Morena para la reelección en el 2024.
2) Las diputadas de Morena acudieron ayer a presentar las denuncias contra los presuntos responsables de los hechos ocurridos en el Congreso del estado el pasado 10 de julio.
Por la noche, la Fiscalía General de Justicia, en un comunicado oficial -y poco común en estos casos- confirmó que se abrió una carpeta de investigación “por hechos posiblemente constitutivos de delito”.
Por ello se “iniciarán las acciones correspondientes; en su caso, turnará la información a las áreas competentes y actuará en todo momento con imparcialidad y estricto apego a Derecho”.
Las imágenes de las cámaras de seguridad del recinto son elocuentes, y a juzgar por la comunicación oficial, la Fiscalía parece decidida a tomar el asunto con seriedad.
3) Dos de los tres integrantes del grupo parlamentario del PRI salieron ayer a fijar su posicionamiento sobre el conflicto legislativo que mantiene paralizado al Congreso de Tamaulipas.
Edgar Melhem y Alejandro Cárdenas mostraron su condena a los hechos de violencia y vandalismo que protagonizaron diputados federales y locales del PAN, y pusieron sobre la mesa una iniciativa que propone que la confección de la Junta de Coordinación Política regrese a su estado original, antes de que comenzara la seguidilla de reformas que ha provocado lo que tenemos ahora: una organización interna cuya viabilidad, de alguna forma u otra, siempre termina en los tribunales.
No lo dijeron explícitamente, pero su propuesta así lo indica: si se hubiera respetado este mecanismo, Morena habría tenido el derecho de presidir la Junta de Coordinación Política los tres años que dure la Legislatura.
El contenido y el tono de Melhem y Alejandra Cárdenas los puso, al menos en este tema, más cerca de la postura morenista que de la de sus aliados panistas, y esa podría ser la llave para destrabar la crisis parlamentaria. No porque uno u otro tengan razón, sino por simples matemáticas: si se suman los votos de ambos, a los Morena y sus aliados -MC y diputadas sin partido- se quedarían a uno nada más de la ansiada mayoría calificada.
En este contexto, el silencio de personajes como Gerardo Peña y Félix García Aguiar, empieza a ser estruendoso.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES