Aunque hasta el momento no se han registrado muertes abundantes de ganado por las intensas temperaturas que azotan a Tamaulipas desde junio con la llegad de una ola de calor que duró más de 15 días, se prevé que esto pueda suceder en próximas semanas por la llegada de la “Canícula” y la temporada de verano donde no existen condiciones favorables de lluvias.
Los principales afectados serían los pequeños productores de la misma sur y centro del Estado, pues son ellos quienes no cuentan con los suficientes recursos para tratar a sus animales en caso de un golpe de calor, padecimiento que también se da entre los semovientes.
De acuerdo a los registros de la Unión Ganadera Regional en Tamaulipas (UGRT) el inventario ganadero cayó hasta un 15 por ciento, situación que emana del resultado de la fuerte sequía qué causó estragos desde se la fecha primeramente mencionada hasta el año pasado.
Así también la exportación en el 2022 bajó hasta un 60 por ciento comparado a años anteriores por mismo tema de sequía y calor.
Entonces al terminar agosto, que es cuando culmina la temporada de balas lluvias y llega septiembre, mes hidrológico más activo del año, se esperan resultados críticos en el ámbito pecuario.
Es por eso que a todos los ganaderos, de diferentes niveles, se les recomienda a los proteger de las altas temperaturas a sus animales, y no exponerlos tampoco a la intensidad del sol en horarios clave para evitar pérdidas por deshidrataciones o también por golpes de calor.
El secretario de organización de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Tamaulipas, Ángel Lara Martínez, llamó a todos los productores pecuarios a ser cautelosos tanto ellos como sus animales y evitar posibles muertes por insolaciones.
“Hacemos el llamado a los compañeros productores de resguardarse de 12 a 4 al igual que su ganado, de tenerlo donde haya sombra y agua que pudieran consumir”.
“Por qué al igual que otra cualquier especie es riesgoso exponerlos por tanto tiempo a altas temperaturas”.
Así mismo detalló que las lluvias de marzo a mayo ayudó a la proliferación de pastizales y esto así vez que los semovientes tuvieran suficiente alimento.
Sin embargo la onda de calor de junio quemó parte de esta vegetación, pero que afortunadamente mantiene sus riquezas como alimento y las reces pueden seguir consumiendo.
“En meses anteriores se resultaron lluvias muy buenas que ayudaron a resarcir la sequía que traíamos y se puede decir que aún hay pastizales que si están secando por los soles, pero son pastos que fueron desarrollados con tiempo y que aún mantienen la riqueza en proteínas que es buena para el ganado”, dijo Lara Martínez.
Por último invitó también a los campesinos a tener cuidado con las quemas agropecuarias, a fin de evitar incendios que se salgan de control y arrasen con lo poco que queda de alimento vacuno.
“Hacemos también el llamado al campesino que maneja fuego, lumbres con la limpieza de los potreros y tener las debidas precauciones en el manejo puesto que puede poner en riesgo algún pastizal cercano o monte bajo que pueda ser pata consumo del ganado”, finalizó.
Por Antonio H. Mandujano