TAMAULIPAS.- La madrugada y mañana del miércoles, en la carretera Reynosa-San Fernando, se volvió a registrar un enfrentamiento en el cual elementos de la guardia estatal y fuerzas especiales de la misma corporación abatieron a tres presuntos delincuentes y la liberación de dos tramos carreteros.
Esta madrugada, elementos de Guardia Estatal y Fuerzas Especiales repelieron agresión de civiles armados en la carretera #Reynosa–#SanFernando a la altura de Periquitos.
Se liberaron bloqueos con trailers y la reducción de tres agresores. pic.twitter.com/axCqoewKNf
— Vocería de Seguridad Tamaulipas (@VoceriaSegTamps) July 19, 2023
A las tres de la mañana las autoridades avistaron la presencia de hombres armados a la altura del punto conocido como “periquitos” y el ejido Doroteo Arango.
Una hora más tarde automovilistas que circulaban por el tramo denunciaron la presencia de artefactos metálicos conocidos como ponchallantas.
Finalmente a las 5 de la mañana hombres armados cerraron la carretera.
Agentes acudieron a atender la situación por lo que terminaron por enfrentar a balazos a la delincuencia.
Por el número de agresores pidieron apoyo y uno de ellos fue la agrupación del municipio de Río Bravo pero cuando iban en camino se encontraron con traileres y camiones grandes atravesados en el camino.
Finalmente lograron reabrir el paso, así como el de Reynosa a San Fernando.
El resultado fue, tres presuntos infractores de la ley abatidos, el decomiso de vehículos y armamento.
Durante las agresiones usuarios de un autobús de línea foránea con número económico 6045 denunciaron a los números de emergencia la retención de la unidad a la altura de los parques eólicos, muy cerca de Reynosa.
Las unidades policiales fueron y afortunadamente las cosas no pasaron a mayores; pusieron en resguardo a los pasajeros y el camión.
De igual forma hicieron revisiones en otros camiones para descartar la amenaza.
Mientras tanto otros grupos policiales realizaron operativo terrestre en caminos y brechas que conducen a municipios cercanos donde fue el punto de conflicto.
Por Alfredo Peña