“Estamos frente al descubrimiento de un individuo que por primera vez nos puede estar hablado sobre las características físicas, culturales y medio ambientales de aquellos grupos que vivieron o habitaron en territorio del actual Estado de Tamaulipas principalmente en la época del contacto europeo”.
INAH Tamaulipas
CD VICTORIA, Tamaulipas.- Por primera vez y después de 30 años aproximadamente, un descubrimiento antropológico está por descifrar una parte importante de la historia de ancestral de Tamaulipas.
Es el hallazgo de restos humanos de un hombre indígena que pudo haber pertenecido a la tribu de los “Janambres”, el cual, se encontraba en la zona natural protegida “El Huizachal” muy cercana a la ciudad de Victoria, para ser precisos sobre el Cañón Juan Capitán en la parte sur que rodea el valle del Huizachal.
La hazaña se registra después de las labores de minería que se realizaban por parte de una empresa dedicada a ese rubro que buscaba carbonato de cobre en el área natural señalada.
De acuerdo al Instituto Nacional de Antropología de Historia coordinación Tamaulipas, este les fue reportado por parte del gobierno del Estado, dando a conocer el descubrimiento que ya fue rescatado por dichas autoridades en coordinación con el mismo Estado y habitantes del Huizachal.
Debajo de una pared rocosa de unos 800 metros es que se encontró la osamenta de una persona que pudo haber vivido hace más de 400 años, un periodo anterior a la llegada de los españoles a este sitio del país para fundar el Nuevo Santander, hoy Tamaulipas.
Y se determina que fue en este periodo debido a los restos de puntas de flecha con las que fue enterrado, pues en el análisis de laboratorio que realizó el INAH se descubrió que eran artefactos utilizados entre los años 1600 d. C., y 1750 d. C.
“Este descubrimiento cobra importancia en la última década si no es que en los últimos 20 o 30 años porque posiblemente estamos frente al descubrimiento de un individuo que por primera vez nos puede estar hablado sobre las características físicas, culturales y medio ambientales de aquellos grupos que vivieron o habitaron en territorio del actual Estado de Tamaulipas principalmente en la época del contacto europeo”.
“Este hallazgo resultó de la notificación que hiciera en su momento personal del gobierno del Estado de Tamaulipas, el maestro Carlos Ansures director del actual Museo de Historia Natural Tamux, quien junto a algunos de sus colaboradores notificaron aquí en las instalaciones del centro del INAH Tamaulipas sobre el descubriendo de un enterramiento humano en la sierra Madre Oriental”.
De igual modo se encontraron manifestaciones grafico-rupestres en dicho abrigo rocoso, las cuales, son pinturas que usaban las tribus para dar a conocer algunas expresiones de su época.
Aunque no se dio a conocer el nombre de la empresa minera, solo se detalla que fue en trabajos de esa índole donde afortunadamente se dio el suceso.
Los huesos pertenecen a un masculino de entre 35 a 40 años de edad, el cual, tenía complexión robusta y una estatura de 1.65 metros.
“Las obras de rescate se dieron en un diámetro de 6 metros cuadrados y es un individuo que fue colocado en posición flexionada y acostado hacia el lado derecho”.
Fue un miembro de los Janambres, raza seminómada que controlaba la mayor parte del centro de Tamaulipas hasta llegar al Mante, pasando por las mesas de Llera y el altiplano, dedicados a la caza y la recolección de productos comestibles naturales.
Los reportes de investigación en torno a esta tribu, detallan que sus viviendas eran denominadas por los españoles como jacalillos, a causa de su apariencia bastante primitiva, y que eran más bien como campamentos temporales donde se quedaban varias semanas y luego partían.
Se tiene documentación de que los janambres se organizaban en varios grupos, cada uno con su propio líder o cabecilla, que solo se unían en caso de guerra o para celebrar sus ceremonias religiosas.
A pesar de su territorio tan extenso conservaron su cohesión social a causa de su gran movilidad.
Antonio H. Mandujano
Expreso-La Razón




