El pasado 26 de Julio el INEGI publicó los resultados de la encuesta nacional de ingresos y gastos en los hogares (ENIGH) 2022. Los datos sobresalientes del reporte es la mejora del ingreso de forma significativa en los grupos de mayor pobreza y una reducción en la desigualdad en los ingresos. Pero…
Este informe muestra cual fue el ingreso promedio trimestral en los hogares durante 2022 y lo compara con años anteriores, como dispusieron los mexicanos de estos ingresos, que grupos de personas pudieron obtener mayor ingreso y cuales el menor ingreso, como evolucionó la distribución del ingreso entre los mexicanos, entre las cosas más importantes del reporte.
El primer dato que muestra el ENIGH es que entre 2016 y 2022 el crecimiento del ingreso es apenas de 0.2% para 2016 reporta un ingreso de $63,565 M.N. y para 2022 de $63,695 M.N., es decir un ingreso estancado. La principal fuente de ingreso es el trabajo (¿Qué otra fuente podría ser?).
La forma en que el INEGI hace para comparar los ingresos de años anteriores con el 2022 es descontando la inflación general que se dio en el lapso, en este caso fue de 36.64%. El problema es que para las personas debajo de la línea de pobreza y que se encuentran en 16 millones de hogares que es el 42. 5 % de la población, el incremento de la canasta alimentaria y no alimentaria entre 2016 y 2022 fue del 59.2%.
Para ver la distribución de los ingresos, el INEGI divide a los hogares en deciles, enseguida cito al INEGI para explicar como lo hace; Los deciles se construyen a partir de la conformación de 10 conjuntos de hogares del mismo tamaño. Para ello, se consideran los ingresos que los hogares perciben. Por definición, el primer decil lo integra la décima parte de los hogares del país con los ingresos más bajos. Así, de manera sucesiva, se llega al décimo decil, que lo compone la décima parte de los hogares con los ingresos más altos.
En el reporte muestra un incremento de ingresos en todos los deciles, con excepción del último, que es el de mayor ingreso, es decir una mejora en la distribución de los ingresos. Esto considerando la inflación general, pero si utilizamos el incremento de la canasta alimentaria que es lo que pagan los grupos de menores ingresos, esta mejora se pierde.
En general, la distribución del ingreso mostró una tendencia a la baja (mejoró), comportamiento que ha mantenido desde 1996, aunque no con la rapidez deseada.
Otra información importante que tiene el reporte es el ingreso que tuvieron las personas por nivel de escolaridad. El ingreso más alto correspondió a quienes tienen posgrado con $89, 986 M.N. mientras que para quienes tienen sólo primaria su ingreso trimestral fue de $13, 514 M.N. (un promedio de 150 pesos diarios).
En cuanto al gasto, el de la salud fue el que tuvo el mayor incremente con un 29.7%, sin duda influenciado por el Covid pero también por la desaparición del Seguro Popular. Otros gastos que se incrementaron fueron en alimentos, limpieza y cuidado de la casa y cuidados personales. Aparentemente se tuvieron que solventar reduciendo los gastos en otros rubros, educación y esparcimiento con un 18%, vestido y calzado con 14%.
En conclusión, el uso del índice general de inflación en lugar de el incremento de la canasta básica alimentaria y no alimentaria, y un gasto que muestra que los hogares han tenido que disminuirlo en aspectos importantes muestra que aún estamos lejos de lograr el bienestar que los números parecieran mostrar a primera vista.
POR FRANCISCO DE ASÍS