En el plano nacional, los encontronazos y diferencias por los nuevos libros de texto y el nuevo esquema educativo que el presidente Andrés Manuel López Obrador espera imponer en el país, siguen provocando una mayor polarización social en el país.
Por un lado están quienes fieles a la enseñanza, defienden sin un criterio propio lo que dice y hace el Presidente de la República.
Por el otro lado están quienes cansados de tanta incongruencia, rechazan cualquier cosa que venga bajo el esquema de la Cuarta Transformación, pero ya hay otro lado distante en esta polarización social que vive el país, y son los que están en el polo “más objetivo”, los que con razones, pruebas y no sólo con “otros datos”, defienden o critican lo que se está haciendo en el país.
Específicamente en relación a los nuevos libros de texto para la educación básica, es claro que es mucha más la parte de la población, de los investigadores y de la opinión pública, quienes están reprobando el descarado objetivo del Presidente para adoctrinar a las niñas y niños de este país y no educarlos para formar futuros profesionistas bien preparados.
El primer indicio es la secrecía con la que están manejando los libros de texto, el segundo el que Max Arriaga -un venezolano enviado por la dictadura- llegue a México a “apoyar” al país específicamente en temas de educación y con un sesgo ideológico muy marcado.
El objetivo de la 4T no es mejorar la educación en México, sino formar seguidores y casi súbditos; no defiendo al pasado pues es sabido que también los anteriores gobiernos, a lo largo de las décadas, nos contaron la historia de México que querían que supiéramos, sin embargo, jamás con un sesgo tan descarado como el que ahora impulsa la Federación.
Hasta donde se sabe -porque los textos siguen estando bajo candados- incluso las fechas de natalicio de personajes como el Benemérito de las Américas, Benito Juárez -y héroe de Andrés Manuel López Obrador, confesado por él mismo- viene mal en los libros de texto, además, de 124 páginas que contenía el libro de matemáticas para primer grado, ahora sólo serán 24 páginas
Imaginemos el daño que esto provocará en la educación en nuestro país y lo peor es que hay funcionarios públicos en el área de la educación que están defendiendo el contenido de los nuevos libros de texto sin conocer realmente cómo vienen hechos, lo hacen simplemente porque le deben el trabajo a Morena.
Con esto en perspectiva, es más su afán de vivir del erario público y cobrar una lanota, que realmente ser servidores públicos eficientes, les importa más un cheque que la educación de las y los niños de este país.
Es triste ver que hay Secretarios y Secretarias de educación en este país que en cada estado están defendiendo la imposición de la ignorancia como forma de educar, de nada vale tanta preparación y experiencia si se arrodillan ante la imposición de un tirano como López Obrador antes de defender a su país, pero a todos esos la historia de los habrá de juzgar.
¿Usted qué opina?
QUE CURIOSO
Por cierto, el no sé cuántas veces Diputado federal -y ahora mismo con licencia- Gerardo Fernández Noroña estuvo en la zona sur para realizar un mitin, porque insiste en ser candidato a la Presidencia de la República.
El evento reunió un nutrido grupo de petistas (seguidores al Partido del Trabajo) los que que han crecido en los últimos años financiados por quienes están en la 4T, pero se han distanciado de Morena.
Aún así poco de eco tuvo la visita y sólo sirvió para evidenciar una vez más que no hay un criterio propio, solo defendió los intereses de López Obrador y sus libros de texto, para eso mejor ni hubiera venido.
POR OMAR REYES