MANTE, TAM.- Productores agrícolas y ganaderos de la zona temporalera de El Mante, pedirán al Gobierno declarar como zona de desastre debido a los daños parciales y totales que reflejan sus actividades primarias a causa de la prolongada sequía.
El presidente de la asociación de productores “HERZAFER”, Aurelio Hernández Jiménez, declaró que la extrema sequía ha llevado al límite al sector primario, siendo la ganadería y particularmente la agricultura la actividad más afectada con unas 25 mil hectáreas en cultivos de sorgo, maíz, frijol, cacahuate y ajonjolí, de las cuales por lo menos unas 7 mil hectáreas reflejan daños irreversibles.
Hernández Jiménez comentó que, los productores han comenzado a evaluar los daños en sus cultivos y tomando en cuenta los costos de semilla, preparación de tierras, gasto del diésel, venenos y fertilizantes, están teniendo una pérdida económica de entre 5 mil y 8 mil pesos, siendo esta una razón por el cual muchos de ellos han comenzado a abandonar los cultivos, pues ya los daños ya son irreversibles.
“La gente se está acercando a platicar al ver que las lluvias no llegan, que las afectaciones crecen cada día y que los daños en algunos cultivos ya son irreversibles, han contemplado pedir que se declare zona de desastre, los productores están perdiendo mucho dinero a causa de la sequía extrema, ojalá y se pudiera atender esta petición y se apoye a los afectados”.
Agregó que a diferencia de hace unas tres semanas, cuando los cultivos afectados por la ausencia de lluvias y altas temperaturas solo se ubicaban pegados a las zonas agrícolas del estado de San Luis Potosí, actualmente la sequía y los daños se presentan en toda la superficie agrícola y pecuaria de la zona temporalera, donde hace nueve meses que no cae una lluvia abundante.
El líder agrario explicó que, los agricultores solo piden que se declare zona de desastre sus zonas de cultivos, pues en algunos casos, aunque lloviera y renaciera las plantas, están darían rendimientos máximos de 200 kilos por hectárea, producción que sería insuficiente hasta para pagar los servicios de la trilla.
POR RAMIRO ORTEGA VALDEZ