“Hay algo pasando aquí
Pero no está exactamente claro lo que es
Hay un hombre con un arma por ahí
Diciéndome que tengo que tener cuidado”
-For What It’s Worth, Buffalo Springfield-
Los partidos políticos son entidades de interés público y tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación como la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores y las legislaturas de los estados y, como organizaciones políticas, hacer posible el acceso de los ciudadanos a la Presidencia de la República, las gubernaturas de los estados y las presidencias municipales.
Es un derecho de los mexicanos organizarse en partidos políticos y es un derecho de todos los ciudadanos contar con una oferta diversificada de partidos y de propuestas de como asumir y ejercer el poder público, para decidir con su voto cual es la opción que debe tener esa responsabilidad. En México hay siete partidos políticos registrados ante el Instituto Nacional Electoral INE.
Morena, el PT y el PVEM han decidido integrar una alianza electoral para postular a Claudia Sheinbaum como su candidata a Presidenta de la República. El PAN, el PRI y el PRD han hecho una alianza para postular a Xóchitl Gálvez. El partido Movimiento Ciudadano MC ha expresado su intención de postular un candidato diferente y Samuel García, Gobernador de Nuevo León por el MC ha dicho que él quiere ser ese candidato.
Por todo eso que representa la pluralidad democrática, resulta inexplicable el posicionamiento de los dirigentes del PAN, el PRI y el PRD, integrantes del Frente Amplio por México, que primero han encabezado un verdadero acoso al Movimiento Ciudadano MC en los medios y las redes sociales para que se sume a la candidatura de Xóchitl Gálvez para derrotar a Morena y sus aliados, lo cual podría ser interpretado como una forma de convocarlos a aliarse con el fin mencionado.
Pero del acoso público pasaron a la descalificación, acusando a MC y sus dirigentes de ser esquiroles de la oposición. De poco o nada han valido las respuestas públicas de Dante Delgado dirigente del MC, que ha señalado que “los quieren subir al Titanic y se está hundiendo”, y ha dicho que en los partidos que integran la alianza hay personajes impresentables, además de que el PRI y el PAN tienen la mayor intención de voto negativa.
Ahora, los dirigentes del Frente por México, del intento de seducción y después el insulto, escalaron a la violencia verbal y política intimidatoria al más puro estilo de los proto fascistas que propiciaron la llegada de Mussolini al poder de Italia y de los nazis que llevaron a golpes a Hitler al poder en Alemania.
Públicamente y en conferencia de prensa los dirigentes del Frente Amplio dijeron a Samuel García, Gobernador de Nuevo León, a través de Marko Cortés que deje de estar chingando y aclararon que la elección del 2024 será entre Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum. Por su parte Alejandro Moreno dirigente del PRI, presente en el mismo acto, dijo al gobernador de Nuevo León que si le faltaban tamaños para dejar de hacerle el juego a Morena le podían prestar.
Lo grave de estos hechos, es el discurso violento y sentencioso de los dirigentes partidistas que dan por sentado que todos los opositores pretenden lo mismo que el Frente por México y por las mismas razones y por ello todos deben unirse a su causa o no participar. Su actitud intransigente es profundamente agresiva y antidemocrática, porque pretende privar a los electores de la oferta distinta que representaría una tercera posición. Sin duda la decisión de optar por cualquiera de los candidatos y sus propuestas es un derecho exclusivo de los mexicanos. Una pandilla fascista no puede decidir quien participa o no en el proceso electoral, ni dejar en el aire una amenaza abierta para los que no piensen como ellos.
POR JESÚS COLLADO MARTÍNEZ