El Caminante se encontraba echándose un hot dog con ‘El Pica’ a un costado de la central camionera, cuando a lo lejos vio a una persona que lo saludaba con la mano de manera insistente.
Se trataba de Epifanio, un conocido suyo de Ciudad Mante.
– ¿Qué pasó compi? – preguntó el Caminante.
– Pues aquí visitando la capirucha mi amigo.
– Pues que milagro mirarte a la luz de sol mano, si a ti es muy difícil verte fuera de la panadería, ¿ya te pensionaste o qué?
– Nombre ojalá que asi fuera, de hecho ando asesorándome con unos abogados.
– ¿Y eso? ¿Pos ahora que hiciste mi Pifas?
– Me pusieron un cuatro en la chamba.
– ¿Pero cómo? si que yo recuerde en esa empresa siempre te han tratado a todo dar.
– Así es Compi, literalmente le he dedicado toda mi vida, pero en estos tiempos todo cambia de la noche a la mañana y por circunstancias muy penosas tuve que renunciar a la chamba.
– ¡Ah caray! eso no me lo esperaba, ¿y eso porqué?
– Por una insignificancia …me bajaron el sueldo.
– ¿En serio? ¿y a razón de qué o qué?
– Me echaron un rollo de los costos de producción, que la crisis y la madre, y que era eso o cerrar por un tiempo.
– Híjole mi Pifas, ¿y fue mucho lo que te redujeron?
– Mas o menos una tercera parte, pero pues yo les dije que si de por si no me alcanzaba, ahora menos.
– ¿Y qué pasó?
– Ese día anduve todo apanicado, ¡ora si que me andaba llevando Pifas! nomás pensando en cómo fregados le iba a hacer, porque ya ves como todo está cada vez más caro. Afortunadamente me tope con mi primo Estuardo y me dijo como estaba el asunto.
– ¿Y cómo está?
– Ahí te va: cuando el patrón quiere bajarte el sueldo, para empezar, tiene que decírtelo con 30 días de anticipación, y no es de a fuerzas, tiene que tener el consentimiento del trabajador.
– Pero ¿y si al patrón le vale tres hectáreas de….?
– Si el patrón lo hace sin autorización, de acuerdo al artículo 51 de la Ley Federal del trabajo, el afectado puede recurrir a la renuncia bajo el esquema de despido injustificado.
– ¿Osea que te vas a pleito?
– Simón, tienes que demandar.
– ¿Y que posibilidades tienes de ganar?
– Si es por eso, tienes todas las de ganar.
– ¿Es decir que ya no pueden bajarte el sueldo?
– Una de dos: te reinstalan en tu puesto con tu sueldo de siempre, o terminas tu relación laboral, pero aparte deben pagarte una lanota.
– ¿De cuánto?
– Si ganas el pleito deben darte una indemnización 90 20 12.
– ¿Como la serie de Beverly Hill’s?
– ¡No babas! ¡Esa era la 90 210! esta se llama 90 20 12 porque consiste en una indemnización constitucional de 90 días de salario, mas 12 días por año de servicio por prima de antigüedad más 20 días por año como liquidación de la relación laboral.
– ¿Y cuántos años tienes trabajando para esa empresa?
– Nomas 26 imagínate…
– ¡Eso es un mundo de dinero mi Pifas!
– Es lo que me dijeron los abogados de acá de Victoria con los que viene a asesorarme. Yo no quería meter pleito porque a todos en la empresa los consideraba ya como parte de mi familia la verdad, pero no me dejaron de otra
– ¿Estuvo muy feo entonces?
– Todo estaba tranquilo hasta que el de recursos humanos me dijo «hazle como quieras» y fue ahí donde dije «ah no, de que lloren en tu casa, a que lloren en la mía» pues…
– ¿Y que le respondiste?
– Les dije que yo no quería pleito, pero que «iba a regresar por todas las canicas».
– ¿Tons ya metiste te moviste?
– Ya todo está en proceso, en la Junta de Conciliación y Arbitraje, y en la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo.
– Te vas a ‘rayar’ Epifanio.
– Yo calculo que fácilmente les ando dando gane con medio millón de pesos.
– Tsssss…. y todo por bajarte el sueldo a la mala.
– ¿Sabes que es lo peor de todo? que no soy el único, pero yo no estuve dispuesto a pasar por esta injusticia, quien sabe a cuántas otras personas están pasando por lo mismo y nomas por no estar informados, por no pedir asesoría.
– Si caray, pues si dices que el asunto va bien, pues ojalá que concluya con éxito mi Pifas.
Es una pena que estos abusos sigan ocurriendo, pues el panorama económico se ve cada día más complicado. El caso de Epifanio es solo uno de muchos miles de mexicanos que día a día se la rifan trabajando honradamente para llevar el pan a su mesa.
Demasiada pata de perro por esta semana.
POR JORGE ZAMORA
EXPRESO – LA RAZON