Israel ha empleado municiones de fósforo blanco en sus ataques contra la Franja de Gaza y el Líbano, poniendo en peligro a la población civil al exponerla a lesiones graves y de larga duración, así lo dio a conocer por la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado el jueves.
Según la ONG, su investigación respalda las denuncias de Palestina contra el Ejército israelí, pues HRW ha verificado videos grabados en el Líbano y en Gaza los días 10 y 11 de octubre, respectivamente. Estos videos muestran una serie de explosiones aéreas de municiones de fósforo blanco sobre el puerto de la ciudad de Gaza y dos localidades cercanas a la frontera libanesa-israelí. Además, como parte de su investigación, la organización también ha entrevistado a dos testigos de los ataques en Gaza.
HRW enfatiza que en ocasiones anteriores, como en 2009, ya habían documentado el uso de fósforo blanco por parte de las fuerzas israelíes en Gaza, generalmente utilizado para crear cortinas de humo. En este contexto, la organización sostiene que Israel debería prohibir el uso de municiones de fósforo blanco en ataques aéreos en áreas pobladas y sugiere que existen alternativas no letales para ocultar las acciones de sus tropas.
¿Qué es el fósforo blanco?
Es una sustancia química utilizada en municiones de artillería, bombas y misiles que se enciende cuando entra en contacto con el oxígeno y puede alcanzar temperaturas de hasta 815 grados Celsius. El humo blanco y el olor a ajo son características distintivas de esta sustancia.
El fósforo blanco se utiliza principalmente para encubrir operaciones militares en tierra y ocultar los movimientos de las tropas, creando una cortina de humo. También interfiere con sistemas ópticos y de vigilancia de armas, lo que dificulta la detección de armas guiadas, como misiles antitanques.
Cuando estos proyectiles estallan en el aire, generan efectos incendiarios en un área amplia. En caso de explotar en el suelo, el peligro es más concentrado, según HRW.
¿Qué daño causa? Las lesiones causadas por el uso de fósforo blanco incluyen quemaduras graves, que a menudo afectan hasta los huesos y cicatrizan lentamente, lo que puede dar lugar a infecciones. Si no se retiran todos los fragmentos de un proyectil, las lesiones pueden empeorar durante el tratamiento y reavivarse cuando se exponen al oxígeno. Además, estas municiones pueden provocar daños respiratorios y disfunción orgánica. Se cree que las quemaduras por fósforo blanco que cubren el 10 % del cuerpo pueden ser mortales.
Las municiones de fósforo blanco se consideran armas incendiarias. Aunque no están explícitamente prohibidas por el derecho humanitario internacional, el derecho consuetudinario sugiere que los Estados deben tomar todas las precauciones posibles para evitar daños a civiles.
Además, el Protocolo III de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales prohíbe el uso de municiones incendiarias lanzadas desde el aire en «concentraciones de civiles». Sin embargo, es importante destacar que dicho protocolo no ha sido ratificado por Israel y presenta diversas lagunas, según HRW.
CON INFORMACIÓN DE MVS NOTICIAS