Existen diversos factores que detonan estrés laboral; sin embargo, dos son los que se presentan con mayor frecuencia. Por un lado, la mala gestión de las cargas de trabajo, y por otro, las relaciones humanas, el manejo del conflicto y la gestión de emociones, que influyen para que un colaborador pueda sentir una mayor o menor carga de estrés, explicó Saskia de Winter, socia fundadora y Directora General de Saskia de Winter Training.
Destacó que es importante que las empresas entiendan y detecten los focos rojos que detonan estrés, ya que si bien hay manifestaciones obvias como la ansiedad, nerviosismo, falta de foco o de empatía; hay otras que no lo son.
“Algunos ejemplos de manifestaciones no obvias de estrés son dificultad o postergar la toma decisiones, volverse dominante o controlador, aislamiento, huir o volverse muy sensible. Y si yo me mantengo todo el tiempo en estrés, pueden llegar a existir afectaciones corporales como desgaste de cartílagos, sed o desbalance hormonal”.
En el país se estima que al menos el 75% de los colaboradores presenta fatiga por estrés laboral, superando niveles de países como China (73%) y Estados Unidos (59%), según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Incluso, el estrés impacta de forma diferente acorde a la jerarquización de mandos. Generalmente los mandos medios tienden a estar con mayores niveles de estrés, ya que deben dar respuesta a las demandas de directivos y a la vez coordinar de manera eficiente los equipos de trabajo a su cargo”, aseguró Saskia de Winter.
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, Saskia de Winter Training recomienda cuatro acciones para manejar el estrés laboral:
1. Autoconocimiento
El primer paso para manejar el estrés es reconocer qué aspectos del trabajo generan más tensión. Entre los principales elementos puede ser la carga de trabajo, la presión de los plazos, la relación con los compañeros, entre otros.
En México, el 77% de los colaboradores considera que su estrés es agudo, es decir que aparece y desaparece con rapidez por procesos nuevos, y el 23% dice ser crónico, el cual permanece por un tiempo más prolongado, es decir semanas o meses, según OCC Mundial.
2. Prevención
Es viable reconocer cuáles son los puntos de mayor vulnerabilidad al estrés y establecer límites; además, definir los objetivos y prioridades en el trabajo contribuirá a concentrarse en lo que realmente importa y así evitar la sensación de urgencia y el estrés asociado.
“Además, es importante evitar ambientes de ansiedad implementando diversos mecanismos de prevención. Por ejemplo, si en una empresa se presentan reportes de manera periódica hay que evitar tener listo el trabajo al límite de la fecha de entrega, la debida planeación favorece a disminuir los niveles de estrés. Somos una región (Latinoamérica) que aprendimos a no prevenir y a jugar al límite”, puntualiza Saskia.
3. Organizar tiempos y tomar descansos
Utilizar herramientas de gestión del tiempo, como listas de tareas, calendarios y recordatorios para mantener un horario ordenado. La planificación adecuada puede reducir la sensación de urgencia y el estrés asociado. Además, es viable hacer pausas regulares durante la jornada para relajarse. Los descansos breves ayudan a mantener la concentración y reducir el estrés acumulado.
4. Comunicación y apoyo
Es imprescindible hablar con superiores o compañeros de trabajo si un colaborador siente que está sobrecargado o enfrenta situaciones estresantes. La comunicación abierta puede llevar a soluciones o ajustes que mejoren la situación.
“Hay que mejorar la comunicación en los equipos y crear espacios seguros de retroalimentación, espacios seguros emocionalmente; además, contar con una diversidad de talentos y pluralidad facilita la creatividad, porque eso permite ver más allá de las presiones”, concluyó de Winter.
CON INFORMACIÓN DE LÓPEZ DÓRIGA DIGITAL