“Apocalipsis: … Situación catastrófica, ocasionada por agentes naturales o humanos, que evoca la imagen de la destrucción total. “
-Diccionario de la Real Academia Española-
El proceso electoral para elegir en el 2024 Presidente de la República, 9 gobernadores y otros 20 mil 253 cargos de elección popular, inició formalmente en la primera semana de septiembre, pero todos saben que el proceso realmente comenzó con la elección de la Coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación y la Coordinadora del Frente Amplio por México.
Este proceso adelantado a los tiempos que marca la ley, está relacionado con el hecho de que la sociedad mexicana, se mueve ahora a la velocidad de las redes sociales que son el vehículo de la comunicación preferido por la gente en todo el mundo: FaceBook 2,600 millones de usuarios, YouTube 2,500 millones, Whatsapp 2,000 millones, Instagram 2,000 millones, X 556 millones, y Tik Tok 1,000 millones.
Miles de millones de usuarios con la cámara de fotografía y de video de su teléfono celular se han convertido en los reporteros de su vida personal y de su entorno social. La interacción entre usuarios, medios y redes sociales le imprime un nuevo ritmo a la política. Presidentes, primeros ministros, monarcas, lideres religiosos y políticos, así como miles de millones de usuarios han elegido las redes para posicionarse ante los grandes temas de nuestro tiempo.
En ese contexto han surgido empresas, consultorías y gabinetes de asesoría política que estudian a los usuarios de las distintas redes sociales, sus usos, costumbres y preferencias, para venderles lo que hoy se conoce como “la conversación” o la “narrativa” sobre diversas cuestiones políticas, económicas y sociales, que no es otra cosa que inducir sutilmente una manera de pensar.
Así hemos visto y oído en México a comentaristas, analistas políticos y periodistas opositores al gobierno actual, sembrar una conversación apocalíptica de lo que hacen el Presidente y su gobierno, hemos escuchado desde hace 5 años que los resultados a estas fechas serían los peores de la historia política y que debido a eso el régimen habría perdido posiciones políticas.
Sin embargo, los indicadores del desarrollo de México son buenos, Morena y sus aliados gobiernan dos tercios de las entidades del país y Claudia Sheinbaum tiene amplia ventaja en la intención de voto de los ciudadanos para ocupar la Presidencia en 2024.
Empiezan ahora esos mismos profetas de las calamidades una nueva narrativa o conversación para señalar que la elección del 2024 será una elección de estado porque el aparato del gobierno de Lopez Obrador ya está maniobrando para comprar el voto e imponer a sus candidatos. Una segunda vertiente de esa línea de pensamiento se dirige a señalar que en materia de seguridad México es un estado fallido y que la mayor parte del territorio nacional está en control del crimen organizado y por ese motivo habrá una narco elección.
Hay que recordar que esos mismos argumentos, la elección de estado y la narco elección, ya han sido utilizados por la oposición como causal para anular algunas elecciones de gobernador y también las de senadores y diputados, y fueron desechados por los tribunales electorales del país.
Todo parece indicar que la derecha y sus voceros en los medios y las redes sociales están dispuestos a aceptar cualquier razón como causa de su derrota, menos la falta de votos de los ciudadanos a favor de sus propuestas.
Lo que está claro es que en cuestión de comunicación los ciudadanos ya saben que una cosa es el mundo de las redes sociales y otra cosa es la realidad, que a veces pueden coincidir y en otras ocasiones solo sirven como tribuna para el desahogo de penas y frustraciones políticas de los apocalípticos y sus seguidores.
POR JESÚS COLLADO MARTÍNEZ
