En poco más de un mes darán inicio las precampañas para la elección federal. Es decir, quienes estén interesados en competir por alguna candidatura para el Senado o para una diputación podrán trabajar para ello, al interior de sus partidos, entre el 20 de noviembre del 2023 y el 18 de enero del 2024.
Ese periodo, desde luego, incluye la oportunidad para que los aspirantes presidenciales también recorran el país ya en calidad de precandidatos.
Se entiende, entonces, que la primera tarea de las alianzas será definir a sus candidatos para la Cámara Alta y para San Lázaro.
Para el Senado en Tamaulipas ya se ha hablado mucho del enfrentamiento interno entre los grupos panistas, particularmente, entre los que encabezan César “Truko” Verástegui y los Cabeza de Vaca.
Pese a que el pleito ha subido de tono, todo parece planchado para que Ismael repita en la boleta por el Senado, y el ex candidato a la gubernatura vaya por una diputación federal, que podría ser por la vía plurinominal.
El actual senador tendría que competir en la segunda posición, pues la primera sería para la cuota de género, lo que complica mucho su permanencia, pues no hay una sola encuesta que ponga a la alianza opositora en una posición competitiva para la elección federal en Tamaulipas.
La alianza oficialista, que ya le otorgó a Claudia Sheinbaum un liderazgo real para tomar decisiones, parece tener el camino allanado para repetir un triunfo en el Senado, y al menos cinco de las ocho diputaciones federales que estarán en juego.
Salvo que cometan errores garrafales en la designación de las candidaturas, y a pesar de que poco se sabe sobre el trabajo de sus actuales representantes, el Distrito 1 de Nuevo Laredo, los 2 y 7 de Reynosa, el 3 de Río Bravo y el 4 de Matamoros difícilmente saldrán de las manos morenistas, pues la frontera sigue siendo el gran bastión para la causa de la 4T.
Acaso el Distrito 5 con cabecera en Victoria pudiera considerarse más parejo, porque su integración incluye a una amplia franja de municipios controlados políticamente por el PAN y porque de hecho actualmente es representado por el diputado federal, Oscar Almaraz, a quien muchos ven destinado a pelear la alcaldía de la capital.
Pero una vez más, también en el centro del estado las tendencias y la inercia política favorecen a Morena.
La pelea del PRI y Acción Nacional estarían focalizadas en los distritos 6 (Mante) y 8 (Tampico), aunque ninguno de los dos será un picnic para ellos.
A partir de este proceso electoral, el distrito de la región cañera controlado históricamente por los “trukos” también incluye al municipio de Altamira de control morenista.
Y el de Tampico, identificado tradicionalmente con el panismo, ahora contempla al muy morenista municipio de Ciudad Madero.
Al menos en Tamaulipas, la elección federal para la alianza opositora se ve muy cuesta arriba. Aquí el plan C está en marcha.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES