El pasado miércoles azotó el Huracán «Otis», en Guerrero, y dejó devastado al paraíso mexicano de Acapulco.
Esta es una verdadera tragedia, han brotado redes de apoyo y ayuda social, pero no es suficiente, se requiere la presencia y los recursos del Gobierno Federal para poder sanar las huellas y heridas que hay en esta
entidad.
Han sido los peores días de la vida de los Guerrerenses, vemos fotografías y videos, que muestran la realidad de los estragos, y seguramente no son nada comparados con la realidad.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en Acapulco, Guerrero, hay alrededor de 16 mil inmuebles asegurados afectados por el paso del huracán Otis.
Esta es una verdadera tragedia, donde muchas familias lo perdieron todo, y hasta a sus familiares, lamentablemente la ayuda del Gobierno Federal y el Presidente AMLO… Ha llegado muy lento.
De acuerdo a las cifras del INEGI ( Instituto Nacional de Geografía e Información ) resultados del 2020, Guerrero, el municipio que estaba ubicado con el mayor número de viviendas particulares era Acapulco de Juárez con 223 mil 924 donde el 93 por ciento de las viviendas no cuentan con un seguro, lo que significa que lo perdieron todo.
Este estado quedó completamente convertido en ruinas donde no hay telefonía, internet ni electricidad, lo que ha convertido todo esto en un calvario para los habitantes de esa ciudad.
La furia de «Otis» fue de categoría número 5 por eso muchos edificios, hoteles, quedaron convertidos en escombro, y se requiere que fluyan rápido los apoyos, para aliviar el dolor de los afectados.
Este fenómeno meteorológico ha dejado irreconocible a Acapulco, pues «Otis» está en el top de los 10 huracanes más catastróficos que se han registrado en su categoría.
La economía está muerta, el 80 por ciento de los hoteles fueron afectados, y tardarán varios meses su recuperación, son miles de empleos los que se perderán por tiempo indefinido.
Y lo más doloroso, van 48 muertos, a consecuencia del paso de este fenómeno meteorológico.
Apenas este fin de semana, El Presidente del País, se daría tiempo de acudir a recorrer la tragedia, la neta, lo debió de haber hecho de manera inmediata el propio miércoles.
Los Guerrerenses no deben de estar solos y se ha perdido mucho tiempo para poder actuar de manera inmediata a esta catástrofe.
La respuesta no ha sido la adecuada por parte del Gobierno Federal, han sido muy insensibles.
REPROBADOS LOS MAESTROS.
Los maestros de Tamaulipas y su líder charro de Arnulfo Rodríguez, fueron muy buenos para andar realizando huelgas y paros, pero muy malos para ponerse a trabajar para recuperar las dos semanas que perdieron con su caprichito.
La sección 30 del sindicato de maestros se ha convertido en un rehén de los intereses de este abuelito, quien sólo piensa en su bolsillo, valiendole cacahuate la educación.
No es posible que los maestros andan como si nada, después de que estuvieron casi 15 días sin trabajar y los chiquillos en las casas, sin
estudiar.
Sí de por sí, hay que reconocer, que tenemos una Educación Pública deficiente, que está muy débil y fracturada, que cualquier Colegio les ganan hasta un concurso de las tablas.
Regresaron a las aulas a seguir pateando el bote, no tienen ni ganas ni idea de cómo van a estar recuperando el tiempo perdido, lo único que les interesa es cada día 15 y 30 de cada vez.Y los días de puente.
Ya debe de darse un «manotazo» para que dejen de estar tirando a la flojera, no sé dan cuenta que tienen en sus manos las generaciones del México del Futuro.
POR MARIO ALBERTO PRIETO