10 diciembre, 2025

10 diciembre, 2025

La guerra de los spots presidenciales

EL RESBALÓN / MARIO ALBERTO PRIETO

Estamos en la «simulación» de los spots que se pasan bombardendo los precandidatos por todos lados, ya no puede ver uno agisto la novela ni en youtube, por que aparece Claudia Sheinbaum, Xóchitl Galvez y el «ñoño» de Samuel García.
Se nota que contrataron un buen despacho en imagen y promoción política, pues en la retórica que utilizan, no logran, ninguno de los tres, evitar caer en mentiras y promesas falsas, con tal de llamar la atención del electorado.
Claudia Sheinbaum, hasta peca de inocente, pintando un México, que no existe, pues habla de que reina la democracia, cuando bien sabemos que lo que más impera son las imposiciones del cabecita de algodón.
Y presume que hay inversión, cuando sabemos que , en este momento , es lo que más le duele a México, el no tener las inversiones necesarias que proyectan los empleos y la reactivación económica que se requiere.
Habla, en su guión, de que no quiere reconciliarse con la corrupción, cuando está muy claro, que esta no se ha terminado, que reina, ordena y manda todavía en el Gobierno Federal de la famosa cuarta transformación.
Aparte, la hubieran puesto a ensayar antes su caminata, pues pareciera que traía cadillos, en los dedos chiquitos, pues por poco se va de boca, en el cierre del
spot.
En su mensaje no deja de relacionar su campaña con el actual Gobierno Federal, se la pasa alabando los supuestos resultados, cuando tal vez los hay, pero también muchos errores.
No cabe duda que la doctora no va dejar de explotar a su favor la imagen de Andrés Manuel López Obrador, pues sabe que de no hacerlo, está
frita.
A la pobre de la mujer X la hicieron ir a grabar el primer spot de la precampaña, hasta el rancho donde vivía en Hidalgo, y busca llevar a la raza a sus orígenes humildes ( los cuales ya no tienen, pues es una mujer con mucha lana) y hasta mostró el registro civil donde trabajo.
Y hasta buscó un camión para decir que en uno de ellos se lanzó a la aventura, a sus 17 años, para buscar suerte en la ciudad de México, y hasta visitó la facultad de ingeniería donde estudió computación.
Acudió a los pinos, para decir que desde ahí atendió las causas indígenas, pero se le olvidó decir, que Chente Fox, fue el político que le dio la oportunidad de ser funcionaria y saltar a la fama.
Y reconoce su derrota como candidata a Gobernadora de Hidalgo, pero presume que ganó la delegación Miguel Hidalgo, además, se curó de espanto al mencionar que como Senadora votó a favor de los programas
sociales.
Y no desaprovechó el comercial para irle a patear la puerta, nuevamente, al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al decir que fue a tocar su puerta y no le abrieron.
Más que un spot de propuestas, se volvió en una catapulta de ataques al primer mandatario en el país, pues está muy claro que Xóchitl andará con la espada deseibainada para estar buscando sacar provecho de los más de 100 mil errores que ha cometido AMLO.
El problema es que no hay y seguramente, no habrá, propuestas para México, y eso es preocupante.
Pero el más exagerado de todo, es el junior de Movimiento Naranja, quiere mostrar que convirtió a Nuevo León en una potencia económica, cuando ya lo era desde hace muchos años antes que él llegara.
Trata de verse empoderado, pero bien sabemos que va a llegar todo debilucho a las urnas, pues está claro que será comparsa de los Morenos, pues así se lo ha ordenado su patrón Dante Delgado.
Samuel, lo único que muestra es que contrato la productora más cara y que sus productores tienen una visión jóven, pues si hubiera premios al mejor spot presidencial, seguramente se lo llevaría junto con el premio de mejor autor y musicalización.
Este cuate debería de ir pensando en ir a pedir chamba a televisa, pues es muy buen actor, para ver si le dan un papel junto a Wendy la ganadora de la casa de los famosos.
Estamos en un momento de guerra de spots, pero muy flacos en propuestas, no hay soluciones, no muestran su lado pensante y eso es preocupante para Mi México querido.

POR MARIO ALBERTO PRIETO

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