Un reciente estudio reveló que el chicharrón de cerdo es más saludable que algunas verduras, lo que levantó un verdadero interés entre los amantes de este alimento muy querido y frecuentado entre los mexicanos.
El estudio revelador fue publicado en la revista “Plos One”, ahí se menciona que el chicharrón de cerdo es mejor que la coliflor, las espinacas y las zanahorias.
Detalla que, al ser un producto hecho con piel de cerdo, el chicharrón entra en la categoría de grasa saludable y funciona como fuente de colágeno.
Increíblemente los investigadores consideraron al chicharrón con contenido de grasa saludable para el corazón ya que es rico en ácido oléico.
Cómelo con medida, NO en exceso
Obviamente el chicharrón es un alimento con muchas calorías, así que cómelo con moderación. Datos señalan que las calorías en 100 gramos de chicharrón de cerdo son alrededor de 544. Generalmente las personas comen mucho menos que eso en una porción.
Por ejemplo, 50 gramos tienen 0% carbohidratos, 50% grasas y 50% proteínas. El sitio My Fitness Pal detalla que para quemar estas calorías debes correr 29 minutos o andar en bicicleta 44 minutos.
Por si fuera poco, el chicarrón es una rica fuente de proteína y datos de un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston en EU, ayuda a reducir el riesgo de padecer presión arterial alta.
Finalmente, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) afirma que la proteína favorece a la masa corporal y protege los huesos.
Cómo hacer chicharrón en casa
Ingredientes:
Piel de cerdo con una buena capa de grasa
Sal al gusto
Agua
Preparación de la piel de cerdo:
Consigue piel de cerdo fresca con una buena capa de grasa.
Lava bien la piel con agua y sal para eliminar cualquier suciedad.
Corta la piel en trozos más pequeños si es necesario.
Hierve la piel:
En una olla grande, agrega suficiente agua para cubrir la piel de cerdo.
Añade sal al agua.
Hierve la piel a fuego medio hasta que esté tierna. Esto puede llevar alrededor de 30-45 minutos.
Enfriamiento y secado:
Retira la piel del agua y déjala enfriar.
Una vez que esté fría, sécala bien con papel de cocina o un paño limpio. Es importante que la piel esté seca antes de proceder.
Corta en tiras o trozos:
Corta la piel cocida en tiras o trozos pequeños.
Fríe:
Calienta suficiente aceite en una sartén profunda, cazo o freidora a una temperatura alta.
Coloca las tiras o trozos de piel en el aceite caliente y fríelos hasta que estén dorados y crujientes.
Retira el exceso de grasa colocando los chicharrones sobre papel absorbente.
Condimenta (opcional):
Puedes condimentar los chicharrones con sal adicional, pimienta u otras especias de tu elección.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR