Un grupo de «gigantes» cuida el costado de las vías del ferrocarril desde hace décadas.
En la colonia Tinaco son al menos seis árboles que desde los años 50s fueron sembrados, hay al menos dos que se presume suman más de 80 años, pero no hay forma de confirmarlo.
Son lo que se conoce como «orejones» que se erigen simultáneamente a una distancia de entre 6 a 8 metros uno del otro.
Sara Rivera, vecina del sector recuerda que desde que eran pequeños los árboles ya mostraba algún signo de desarrollo.
«Ya estaban a un lado de las vías; ahí daban mucha sombra y los chamacos de la colonia iban a jugar, precisamente por la sombra que nos dejaban todo el día», dijo.
Los árboles, agregó que pese a que la ciudad muestra un crecimiento desde hace varios años, siguen en pie y nadie de los habitantes de la zona se atreve a «tocarlos» o causarles daño.
Los árboles pueden observarse cuando se transita desde las antiguas instalaciones de la refinería hasta el cruce con la avenida Francisco Sarabia.
Miguel Rivera, comentó que son historia viva de la colonia que merece seguir en pie mientras sus condiciones naturales así se los permita.
«No, nos gustaría que se cayeran o que alguna persona les cause daño, porque son parte del paisaje a lado de las vías del tren y ahí queremos que sigan».
José Luis Rodríguez Castro/ La Razón