Esta semana, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se presentó el libro El ocaso de la democracia: la seducción del autoritarismo de Anne Applebaum, publicado originalmente en inglés en 2020. Applebaum es una historiadora y escritora norteamericana reconocida internacionalmente por sus trabajos sobre la historia del comunismo y los retos de la democracia en Europa del Este y Rusia.
El libro abre narrando una cena de Año Nuevo de 1999, en Polonia, donde la mayoría de los invitados compartían un optimismo por la democratización de Europa del Este, el Estado de derecho y las libertades. Veinte años después, lamenta la autora, que la polarización y la regresión democrática vivida en Polonia ha hecho que muchos de los allí presentes difícilmente se dirijan la palabra. Numerosos integrantes de la élite política e intelectual de Polonia que defendían la democracia en 1999 acabarían apoyando el gobierno autoritario del partido Ley y Justicia. Aquella cena es utilizada como metáfora para contrastar el optimismo de fin de siglo frente a la reciente desazón sobre las democracias y el papel que pueden jugar, tanto las elites como la sociedad para validar o tolerar regresiones democráticas.
En su libro, Applebaum examina el preocupante auge de tendencias autoritarias en las democracias del mundo y los factores que han contribuido a esta tendencia: la erosión de la confianza en las instituciones, el uso creciente de la desinformación y/o las noticias falsas, y la demagogia populista, sobre todo cuando éstas benefician a los simpatizantes leales a costa de excluir a otros grupos sociales. De este modo, los líderes autoritarios suelen recurrir a teorías conspiratorias, a polarizar la discusión pública y a apelar a diversas formas de nostalgia para conseguir o mantener el poder.
A diferencia de quienes analizan este problema desde la perspectiva de la ciencia política —por ejemplo, Cómo mueren las democraciasde Levitsky y Ziblatt—, Applebaum ofrece un enfoque histórico-analítico y etnográfico para argumentar que el renovado atractivo del autoritarismo en democracias vulnerables radica, justo en prometer orden, estabilidad y recobrar cierto sentido de pertenencia entre el electorado.
El libro enfatiza cómo los líderes autoritarios explotan los legítimos agravios y ansiedades sociales para ganar, retener o ampliar su poder. Las tendencias autoritarias del mundo no son sólo una historia de líderes individuales sin control, explica la autora, sino también se trata de un declive generalizado de los partidos políticos y su fragmentación. Por otro lado, como el oportunismo también juega un papel, la autora explora a profundidad el papel de ciertas elites intelectuales para abrir camino y normalizar el autoritarismo, motivados a veces por fuertes sesgos ideológicos, pero a menudo por simples deseos de influir en los gobiernos en turno.
El libro se basa en una serie de ensayos previos de la autora —Una advertencia desde Europa: lo peor está por venir y ¿Quiere construir un movimiento de extrema derecha? El partido Vox de España—, así como en la amplia experiencia de la autora reportando los problemas políticos de Europa del Este, donde ha sido testigo de primera mano del ascenso o regreso de regímenes autoritarios. Además, examina las tendencias en democracias occidentales, como EU y el Reino Unido, donde líderes populistas han desafiado el orden democrático que muchos creían inquebrantable.
Las olas democratizadoras del siglo XX en Europa y América Latina quizá hicieron pensar a muchos que el avance de la democracia liberal en el mundo era ineludible, quizás una simple cuestión de tiempo. Hoy sabemos que esto no es así. El mensaje del libro es contundente: la democracia es frágil y requiere de una vigilancia constante para sobrevivir. “Bajo las circunstancias adecuadas, cualquier sociedad puede tornarse en contra de la democracia”, advierte. Toda democracia es frágil, sobre todo las democracias jóvenes, aquellas donde la sociedad civil no está organizada y alerta a defender sus derechos y libertades.
Por Javier Aparicio