“El termino Pop Art es creado por mí, pero desconozco cuando fue primeramente usado”. Lawrence Alloway, acuño la frase en 1954”. Art on the Cutting Edge,”. En Lea Vergine, una guía de los movimientos contemporáneos. Skira, USA.
“Si queremos hacer justicia a la dinámica visual será mejor que nombremos al “movimiento”, lo menos posible, Wassily Kandinsky, analizado las propiedades del punto, la línea, y la superficie, declaraba; remplazo el concepto, casi universalmente aceptado, de” movimiento” por el de “tensión”. Rudolf Arnheim, Arte y Percepción Visual, Alianza Forma-España.
En la gama de artistas que florecen en nuestro estado, indiscutible la figura de Kiki Alvarado, artista plástica de una alegría conceptual en dos áreas de competencia; el diseño en sus variantes de comercio y estética, y la propuesta en sus telas en donde la gesticulación y el comic se contraen para afirmarse su expresión, inédita, en el noreste de México.
Su trabajo es la consecuencia de su liberación de las estéticas convencionales y retoma con don de mando una paleta variante que la hace retomar el cubismo Picassiano con novedosa actitud. Viva, dinámica, Kika es emoción de color y trazo de líneas simplificadas como si buscaran un rostro, gesticulación en las caras que son alegría y tristeza, encanto que contiene sus expectativas hacia un arte mayor, la obra mural, no como decoración, sino como expresión de lo social, de la belleza del entorno humano, sus figuraciones ríen, se burlan en el espejo de las calles donde se encuentran todos los días. Para mi comprensión, Kiki entiende las experiencias de las vanguardias neoyorkinas. Asimilación que enriquece su obra gráfica en líneas que se traban y despiertan a nuestros ojos. Gusta de decorar libros entremezclando párrafos, atrapando a las letras que semejan moscas, intervención sin paralelos en nuestra ciudad, donde jóvenes artistas empujan este camino de sueños que es el trabajo artístico. Me atrae esa seducción del cubismo de Picasso en tanto que estimula el movimiento a nuestros ojos, donde la gesticulación alumbra nuestro drama, y el reflejo del ser que somos en la paranoia urbana. La considero un aliento en el arte que se hace actualmente en Tamaulipas, donde el cauce poético se entrega en los rasgos sencillos de su dibujo y color.
Su obra, refleja en acentuadas líneas, liberadas del peso del realismo para soltarse el pelo en obras que a veces son una jocosa interpretación de la realidad, y diría yo, caricaturización de sus personajes de gran viveza colorista y soluciones del cartón para diseño de portadas de revistas, ilustración libresca, todo esto bien hilvanado con una expresión genuina pocas veces vista en nuestra regiones.
El atrevimiento con el ojo que mira con la acidez crítica una realidad grotesca.
Sigo sus pasos desde que muy joven se acercó a mi taller, y acelera su empeño en pintar y rayar sobre contenidos literarios, libros y revistas que intervenía con unas variantes en su diseño.
El Pop Art como cultura es abre las puertas a las realidades urbanas que van desde el Grafiti y la llamada Poesía Visual, que en abundancia no siempre permiten perfilar la visión del arte en nuestro universo contemporáneo.
Para Daniel Kanhneman “Las influencias vienen desde el vino de colección hasta el “stock”, de productos almacenados en el portafolio”.
Y es que el abuso en el Grafiti en cuanto arte aceptado ha desdibujado su propuesta inicial, el arte que violenta a la realidad, el movimiento estético que desafía las convenciones sociales.
He dicho abundancia en el sentido de llevar un cierto realismo sin compromiso alguno a decorar muros abiertos y acercamientos a una poesía visual estatificada ante el aplauso convencional de autoridades y autores.
Esto hay que comprenderlo desde la calidad de algunos artistas callejeros y la simple solución “grafitaria” que dio impulso a los artistas de protesta de la Posguerra, jóvenes productos de la en desolación, la angustia, el abandono cultural, como parte de guerra.
Sin duda alguna la Isla Tiberina en el Rio Tiber de Roma es la ventana al mundo del señuelo del grafiti, cuando el gran poeta ruso Eugenio Evtuchenco, que tuve la fortuna de conocer en el antiguo Puerto de Ostia, Italia, “Encuentro Mundial de Poetas”, nos dice en su Poema Siglo XX;” Siglo XX, que engendraste al satélite, dolor y muerte en ti no tiene límites…. Mira a esos jóvenes, son dueños de la cólera…”, en referencia a los infractores de la isla Tiberina en Roma, plasmaban y gozaban los estupefacientes como salida a su angustia social.
El grafiti como escuela de calle dio salida a su máxima expresión en los vagones del Metro de NY, y en las calles de los barrios condenados de la esplendorosa ciudad.
El Art Pop, o Pop Art, es una apreciación estética discordante y ennoblecedora de las clases medias en una cultura urbana, donde anuncios, discursos, poemas, rayadores y expresiones genuinas de gran arte envolvieron a la rutina de un realismo acartonado.
Dice Woody Allen; “Un hombre consta en dios partes, su mente y su cuerpo, solamente el cuerpo tiene más alegría”, en Brains Works, National Geografhic.
Es la alegría lo anti convencional en una sociedad invadida por la tristeza y la desolación.
La búsqueda del llamado “Body Art” es una pose en sociedades como las nuestras en las que el cuerpo no aparece como mercancía como las sociefades de avanzada, diría yo que el cuerpo es sacudido por la tristeza de loas crímenes, y las soluciones fallidas en nuestra sociedad.
El Internet nos ha llevado a la puerta de los museos pero no nos ha lleva al contenido social de estos. La obra de arte puede ser popular pero incomprendida en sustancia social e histórica. La historia de la estética no es una historia del progreso del arte es una historia de apreciación del arte en sociedad. Arte de dominación, arte preludio del mercantilismo y arte convencional.
El Art Pop cumple una de las apreciaciones del universo urbano, en las variantes de comercialización del arte objeto en sus diversas modalidades, desde el diseño de modas, industrial, y los enseres que prueban lo “urbano” de la casa a la calle. Andy Warhol, como Marcel Duschamps, son destructores del costumbrismo. Pero ante todo son la burla del consumismo acrítico, la valoración de una sociedad de consumo que contempla la belleza de la multiplicación del objeto. Me atrae, nos atrae su poetisa discursiva y critica, su permeabilidad en nuestras sociedades. Sin caer en lo fácil y lo aparentemente novedoso de mucho de nuestros artistas contemporáneos.
Pero ha cumplido una función crítica y autocrítica de nuestras sociedades entre lo mercantil y la idea única, entre la repetición seriada y la obra de arte personalizada que cautivo a los grandes maestros de la pintura universal.
El trabajo de Kiki Alvarado es una animación para los ojos y el alma, apreciación de una realidad que se aleja del confort social “de lo bonito” para arribar al problema del arte: su expresión final.
Tadeuz Kantor, el fantástico autor polaco, cineasta, escultor, poeta, lo escuche alguna ve z en Roma: “Crear y Destruur, Crear y Destruir…” como propuesta estética, crear y destruir en el sentido de tener la capacidad de remover tonalidades, de continuar sobre lo destruido. Esto es el arte, construcción libre lo construido, si se quiere una destrucción sobre lo distribuido.
La deshumanización del arte desde Ortega y Gasset, es posible si la vemos desde la óptica del realismo. Más bien, señala el formidable filósofo las venas de la creación, en cuanto que las propuestas de la Posguerra se presentaban deshilvanadas y ausencia de disciplina.
El sentido de progreso no es en la apertura a lo progresivo de la expresión, es en el sentido de progreso en las técnicas y materiales que refinan en el mejor de los casos la actividad representativa y el acercamiento a las formas del ate. Aplicación ante los nuevos instrumentos de la creación, valiosos y asombrosos en la liquidez de un mundo expresiva y de riqueza de expresiones ante nuevos instrumentos, ante nuevos “asombros” y enigmas, de música extraordinaria en una poética para testigos del arte, la reconciliación humana. Ante el arte.
Kiki Alvarado a caballo de hacienda, y su trote es sustancial, rico tonalidades de su dibujo ágil, grotesco, encantador que la lleva a una poesía visual.
Dos artistas mujeres de Tamaulipas me fascinan, en sus diversas cualidades; Jessica Gadga y Kiki Alvarado, la primera inserta en un neorrealismo de su interioridad, la poética de la soledad y las expresiones de su gráfica, y Kiki Alvarado, que a la distancia me dicen que son dentro de la brevedad de nuestra historia del are contemporáneo, una realidad consumada.
Me alegra y me sorprende la veta de las mujeres que hacen arte en Tamaulipas, como Bibí Zarate, que son un impulso, difusión y capacidad de afrontar retos, encuentros con el arte como instrumentos y vitalidad social.
Por Alejandro Rosales Lugo