“Fue un eficiente y eficaz colaborador dentro del gabinete del Gobierno del Estado, así es que yo pierdo un excelente Secretario, pero ustedes ganan un excelente rector”, manifestó el Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, durante el encuentro que sostuvo el viernes pasado, con el Rector DÁMASO ANAYA ALVARADO y el personal directivo de la UAT.
“Es muy importante para el Gobierno del Estado contar con esta colaboración de un acervo de conocimiento científico, técnico, de las características por las que tenemos el especial interés y atención en el estado, pero también de estas perspectivas a futuro y saberlas aprovechar correctamente”, agregó el mandatario tamaulipeco.
“Yo sé que con ustedes podemos pensar que Tamaulipas tiene una sociedad que quiere prosperar, que quiere vivir en paz, tener desarrollo y bienestar, y si nos lo proponemos lo lograremos”, remató VILLARREAL ANAYA, en lo que fue el corolario de una contundente operación política, para encausar a la Universidad Autónoma de Tamaulipas, en el mismo proyecto humanista del Gobierno de la Cuarta Transformación.
Operación que colocó a DÁMASO ANAYA ALVARADO al frente de la UAT, con el apoyo del Colegio de Directores y de la Asamblea Universitaria.
Reflejando la fragilidad de un liderazgo de oropel, construido sobre cochupos y canonjías, pero también y, sobre todo, denotando el hartazgo de las y los universitarios, ante la creciente corrupción de sus autoridades, acentuada con la gestión de GUILLERMO MENDOZA CAVAZOS, tanto en la Secretaría de Finanzas, como en la Rectoría, en donde la UAT fue administrada para servir al proyecto político de los Hermanos CABEZA DE VACA.
Malestar creciente que fue incubando, entre la planta docente y el alumnado, una exigencia de cambio, así como el regreso al humanismo extraviado, que honrara la verdad, belleza y probidad.
Exigencia de cambio que, en buena hora, logró su objetivo al desembocar en la deposición de MENDOZA CAVAZOS y el rescate de la UAT.
Nacido el 7 de agosto de 1967, egresado en 1990 de la Facultad de Medicina Veterinaria, en donde fue Jefe de la División de Postgrado y catedrático hasta la fecha, con maestría en Administración de Empresas Agropecuarias, siendo un estudiante de excelencia, DÁMASO ANAYA ALVARADO toma el timón de la UAT para enderezar el rumbo de la Institución.
Particularmente, en el mejoramiento de la academia y una visión humanista en su vocación de servicio a la comunidad tamaulipeca.
“Señor gobernador cuenta con la Universidad, y con la Universidad de todos, con la Universidad de los tamaulipecos”, dijo el Rector ANAYA ALVARADO, al reconocer el esfuerzo que viene realizando al frente del Poder Ejecutivo, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
“Nosotros, con la preparación académica y las ganas que tenemos como universitarios, cuente como aliado a nuestra universidad para con el Gobierno del Estado de Tamaulipas”, agregó el Rector.
En términos de real politik, se trata de que la UAT se ensamble y alineé con la misión y visión para la transformación de Tamaulipas, contenidas en el Plan Estatal de Desarrollo 2023-2028.
También es importante la sintonía de la UAT, con las líneas de acción que, en materia de educación superior, contiene el documento rector del gobierno del doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
A la reunión con la directiva universitaria, asistieron TANIA CONTRERAS LÓPEZ, Consejera Jurídica, RICARDO GERARDO GUERRERO MORALES, Jefe de la Oficina del Gobernador, JESÚS LAVÍN VERÁSTEGUI, Secretario de Administración, la Contralora NORMA ANGÉLICA PEDRAZA MELO y el Coordinador de Comunicación Social, FRANCISCO CUÉLLAR CARDONA, entre otras y otros funcionarios que acompañaron al mandatario.
Así, después de una semana en la que se intensificó la operación política, la Cuarta Transformación gana su segunda alternancia, con el voto del Colegio de Directores y de la Asamblea Universitaria, permitiendo que la UAT deje de ser una nota discordante, para el gobierno humanista que lidera el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA,
Por cierto, el golpe de autoridad aún aturde a los intereses afectados, dentro y fuera de la UAT, explicando el sonoro silencio que deja al descubierto la red de complicidades tejidas en torno al rectorado depuesto.
POR JUAN CARLOS LÓPEZ ACEVES