Luis Guillermo Chapa se embarca en una nueva expedición, ahora en la montaña chilena del Aconcagua, con el anhelo de convertirse en el segundo tamaulipeco en alcanzar la cumbre del Techo de América. Un logro actualmente ostentado solo por el gobernador Américo Villarreal Anaya.
Lo notable de esta odisea es que se lleva a cabo sin ningún respaldo económico. La determinación de Chapa, contrastando con la carencia de apoyo financiero, resalta la pasión detrás de su búsqueda de conquistar los 6,961 metros sobre el nivel del mar del imponente Aconcagua.
La fecha tentativa para el esperado Summit Push está marcada para el domingo 17 de diciembre, extendiéndose hasta el martes 19 de diciembre. La meta es iz ar una bandera en la cima, ondeando con orgullo la emblemática frase victorense: “En Ciudad Victoria, #Las Flautas son de Harina.”
Datos sobre el Aconcagua:
– Altura inicial: 2,725 metros sobre el nivel del mar.
– Altura máxima: 6,961 metros sobre el nivel del mar.
– Distancia total de la ruta: 80 km.
– Duración estimada de la expedición: 15 días.
El Aconcagua, conocido como “El Techo de América”, destaca por ser la montaña más alta del hemisferio sur y del hemisferio occidental, excluyendo Asia. Además, forma parte de las siete cumbres, siendo la segunda más alta después del Monte Everest.
El desafío no radica en la dificultad técnica de la ruta, sino en las bajas temperaturas extremas y la altitud significativa sobre el nivel del mar. Con una temperatura promedio anual de -20°C y vientos que pueden alcanzar los 90 km/h, el Aconcagua demuestra ser una montaña formidable.
La comparación de alpinistas a nivel mundial sugiere que ascender el Aconcagua es equiparable a escalar una montaña de 7,400 metros sobre el nivel del mar, debido a las condiciones atmosféricas distintivas del hemisferio sur. Sin embargo, el desafío se traduce en un modesto 40% de éxito en la conquista de la cumbre.
Luis Guillermo Chapa, con determinación y valentía, espera inscribir su nombre en la historia como el segundo tamaulipeco en pisar la cima del majestuoso Aconcagua.
POR RAÚL LÓPEZ GARCÍA