Este último mes del año nos ha sorprendido con la noticia de que derivado de un acuerdo en la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) entre el sector obrero, patronal y gobierno el salario mínimo tendrá un incremento de 20 por ciento en la frontera y a nivel nacional. Esto significa que a partir de enero el salario mínimo será de 248.93 pesos diarios y 374.89 pesos en la frontera.
Antes de continuar, el salario mínimo es la cantidad menor que debe recibir en efectivo la persona trabajadora por los servicios prestados en una jornada de trabajo, de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo. Una vez que se tiene en mente lo que salario mínimo significa es posible entender de una forma más clara que el aumento a esto beneficia a las personas formales trabajadoras.
De acuerdo con información proporcionada por el presidente de la Conasami, Luis F. Munguía, descotando la inflación de este año y la esperada para 2024, el salario mínimo recuperaría 110 por ciento del poder adquisitivo en términos reales. Dicho aumento habrá de beneficiar a 40.3 por ciento del total de trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Es decir, para los trabajadores formales representará un aumento sustancial en su poder adquisitivo.
Una de las preocupaciones más grandes sobre esta decisión es que dicho aumento genere presiones inflacionarias. Y, parece ser que no hay de qué preocuparse. Con base en datos que el mismo organismo realizó en el documento de propuesta, el cual es público, el incremento en los salarios mínimos desde 2018 a septiembre 2023 representó 135 por ciento, mientras que la inflación en ese mismo periodo fue de 27 por ciento. Además, si el comparativo se lleva a cabo con el aumento de precios de la canasta de consumo mínimo, el incremento de la última sólo fue de 28 por ciento. Estas cifras demostrarían que el aumento que han experimentado los salarios en estos últimos años es mayor al aumento en precios que se ha observado, lo cual indica que en este momento el mercado de trabajo puede absorber dicho incremento y a su vez se traducirá en un estímulo al consumo doméstico.
Cabe señalar que este aumento no podrá tener descuento o reducción, pero si hay algunas excepciones por pensión alimenticia o pago de rentas, lo cual no puede exceder del 10 por ciento del salario. Aunque, este aumento intenta contribuir a la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo general.
Finalmente, otra de las preocupaciones respecto a este aumento es el impacto que pueda tener en las pequeñas y medianas empresas. Al respecto la Conasami menciona que, si bien, habrá un aumento en los costos laborales de las empresas de pequeño tamaño, este se verá compensado por el aumento en ventas que experimentarán las empresas, ya que será de las más beneficiadas con el aumento del consumo interno.
Recuerda que este aumento puede significar un respiro para tus finanzas familiares, pero siempre se debe ser consciente sobre la forma en que dicho aumentó impactará en nuestros hábitos de consumo y poder adquisitivo.
POR ANGÉLICA GONZÁLEZ