La confirmación de que un juez federal anuló la orden de aprehensión que se había emitido en contra del exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, podría ser uno de los factores que impulsen su regreso al escenario político.
Al margen de lo que políticamente represente eso entre el panismo estatal, tan dividido entre sus pocos apoyadores y cófrades así como de la militancia que padeció sus excesos movidos por la soberbia, la decisión de la jueza Octavo de Distrito, Adriana Vega Marroquín al anular la orden de aprehensión en contra de Francisco le da impulso a sus intentos de regresar.
Claro, primero tendría que retornar al país una vez que esté seguro de que no habrá otra acción judicial en su contra, pero por lo pronto le ayuda en sus argumentos ante la dirigencia nacional del PAN para tratar de forzar la inclusión de su esposa Mariana Gómez Leal -hermana del senador morenista José Ramón “Jota Erre”-, como posible candidata al Senado.
A Francisco, la Fiscalía General de la República lo había acusado de presuntamente haber cometido una serie de delitos como delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, que de acuerdo con la determinación de la jueza, no fueron suficientemente soportados con pruebas contundentes por parte de la dependencia federal.
Esto parece ser el inicio de un largo proceso de regreso de Francisco, aunque de una manera muy parecida a como se condujo durante su gobierno: Queriendo quedarse con todo y cuando no, hacer lo necesario para conseguirlo a como dé lugar.
Eso explica por qué primero quiso sostener a su hermano Ismael como candidato a la reelección en el Senado, después jugó con la posibilidad de que uno de los suyos -Imelda Sanmiguel, Gerardo Peña, César “Truco” Verástegui- fueran considerados por el PAN, pero en los últimos días su apuesta es por su esposa Mariana.
Claro que sus intentos de imponer su propuesta a las dirigencias de los partidos que integran la alianza opositora no son bien vistos, pero si el presidente nacional del PAN, Marko Cortez cede nuevamente a las peticiones de Francisco, estaríamos ante un escenario en el que la cofradía cabecista de nuevo se quiere quedar con todas las posiciones, empezando por las senadurías, después las diputaciones federales y algunas de las principales Alcaldías.
Lo que no se ha tomado en cuenta todavía es la reacción que ya están generando entre el panismo desplazado por la cofradía cabecista durante su sexenio, las intenciones de Francisco para tratar de seguir decidiendo todo.
De por sí Luis René “Cachorro” Cantú, el encargado estatal del partido nunca disimuló su docilidad ante las decisiones del exgobernador y de su hermano, ahora que se convirtió en el principal aplaudidor de la posible candidatura de Mariana se ha quitado la máscara abiertamente.
No se trata de restarle merecimientos o de cuestionar la capacidad Mariana Gómez, pero en tanto esposa de Francisco, eso genera de entrada una sensación de que puede ser utilizada por el exgobernador políticamente.
Durante el gobierno pasado, Mariana realizó una extraordinaria labor que le fue reconocida a nivel nacional en numerosas ocasiones, por la eficacia de los programas asistenciales y de apoyo a las familias tamaulipecas.
No se trata de pretender coartarle un derecho legítimo y de impedir que políticamente, el PAN quiera aprovechar la buena imagen y la calificación que los tamaulipecos le dieron siempre a Mariana como presidenta del DIF estatal. Eso se entiende perfectamente.
El punto es que entre los mismos panistas es creciente la percepción de que a pesar de que Mariana tenga los méritos suficientes para poder ser candidata desde un perfil ciudadano, requiere más que eso, pues siempre ha estado alejada del contacto con el panismo en el estado. Además, está el asunto del uso político que Francisco evidentemente quiere hacer de su posible postulación.
Lo que puede suceder es que de manera aislada, pero uniforme, el panismo que fue desplazado por Ismael, Francisco, Verástegui, Peña y su “Cachorro” Cantú, comience a presionar a su modo y a cerrar espacios para que en el reparto de las candidaturas al Senado, a las diputaciones federales y a las presidencias municipales haya un equilibrio.
Si no se lo quitan de encima ahora, no lo harán después y ya saben cómo actúa Cabeza de Vaca con quienes no piensan como él.
LAS ENCUESTAS Y LAS DIFERENCIAS
Se veía venir: Conforme se acercan las fechas en las que los partidos definirán a sus candidatos a las posiciones que se disputarán en 2024, será frecuente ver encuestas y estudios de opinión que nos brinden información diversa.
Una de esas firmas lleva meses efectuando un trabajo de campo en mediciones de posicionamiento de aspirantes en Tampico es Trendio, que acaba de dar a conocer su más reciente encuesta, realizada el fin de semana, en donde determina que de acuerdo con sus números el diputado Edmundo “Mon” Marón es el mejor evaluado para ser considerado como candidato a la Alcaldía.
Según la consultora, “Mon” Marón es el candidato mejor posicionado para ganar la alcaldía de Tampico en las elecciones de 2024, pues una muestra hecha entre 1,010 ciudadanos mayores de 18 años con credencial de elector vigente, encontró que el 48% de los votantes considera que Marón es la mejor opción para ser Alcalde de Tampico.
Claro que falta tiempo para que el PAN decida el método y la forma en que se definirá a quien sea su candidato o candidata a la Presidencia Municipal de Tampico, en donde también participan Pepe Schekaibán y Rosa González Azcárraga.
En un careo efectuado como parte de los posibles escenarios, Trendio midió a Marón con la regidora Mónica Villarreal Anaya, quien sería la más competitiva entre los morenistas. Muy lejos se ubica en esa medición a la diputada Úrsula Salazar Mojica, a quien separan 16 puntos porcentuales de “Mon”.
Esa encuesta también encontró que el 47% de los tampiqueños considera que la alianza PAN-PRI-PRD ganaría la alcaldía, frente al 37% que cree que Morena y aliados se alzarían con la victoria.
POR TOMÁS BRIONES
abarloventotam@gmail.com