Desde hace 20 años, en la Central de Abastos de Altamira se celebra la fiesta patronal de la Virgen de Juquila.
Durante la madrugada de este 8 de diciembre comenzó la pirotecnia, en la mañana se realizó una celebración eucarística, posteriormente una procesión por las bodegas y al último un baile, todos los gastos son cubiertos por los comerciantes.
Don Gabino Hernández Cortés de 76 años de edad y originario del Estado de Puebla, fue uno de los primeros organizadores en celebrar la fiesta patronal de la Virgen de Juquila.
“20 años que empezamos a celebrar, está festividad la hacemos por medio de la creencia que nosotros tenemos por la Virgen de Juquila , ella es la santísima virgen, es la purísima concepción”.
Relató que una de sus hijas llevó una imagen de la virgen a la bodega donde trabajan y que cada 8 de diciembre le hacían un rosario en su honor, las devociones crecieron hasta construir una capilla en el interior de la central de abastos.
“Fue una imagen más pequeña que mi hija trajo de ese pueblo, tengo 50 años visitando a la virgen y la puso en la bodega, empezó hacer sus rosarios en su fiesta el día 8, empezó a venir la gente, un sacerdote comenzó a realizar misa en la bodega y desde ahí empezamos la capilla, cada año le hacemos su fiesta”.
Dijo que están muy agradecidos por los beneficios que tienen de ella, por su manto, “nos llena de bendiciones en la salud porque hemos pasado por unas enfermedades bastantes pesadas, pero aquí estamos, ella nos protege, nos cuida y nos da mucho aliento de vida”.
La capilla fue adornada con una gran cantidad de flores que fueron traídas de diferentes ciudades de México, incluso los arreglistas vinieron desde Puebla.
“La flor es traída de Puebla, los compañeros se pasaron 40 horas arreglando sin dormir porque el evento es grande, hay flores que vienen de Villa Guerrero, Cuernavaca, de Morelos, de varias partes viene la flor”.
Dijo que su familia acercó la Virgen de Juquila con razón de que hay mucha gente de la comunidad que no conoce dónde se encuentra ella.
“Somos comerciantes de frutas y verduras, somos originarios del Estado de Puebla, vamos y venimos, pero nos encontramos aquí. Esto lo hacemos cada año y por eso traemos a la Virgen de Juquila para que la gente se acerque a ella”.
Para Don Gabino Hernández Cortés, a la Virgen se le pide con amor y fe, “y primeramente Dios al año se ven los frutos. Los arreglistas son de Puebla y se especializan para este tipo de eventos”.
“Aquí estamos todavía con el favor de Dios, no nos duele nada, si ella nos deja estaremos aquí el próximo año”.
El santuario de Nuestra Señora de Juquila se localiza en la ciudad de Santa Catarina Juquila en el Estado de Oaxaca.
Oscar Figueroa
La Razón