5 diciembre, 2025

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El elector es fiel a sus necesidades

DETRÁS DEL DISCURSO / ERIC VALDEZ GÓMEZ

En el arte de la política hay elementos tan simples que muchas veces los grandes estrategas pasan por alto. Entender cómo y por qué vota el elector es esencial. Desde los primeros homo sapiens, nuestra especie ha luchado por tener alimento, protección y bienestar, buscando vivir de manera segura y saludable. Esa es la naturaleza humana.

Para los gurús de las campañas, quizás sea más claro verlo desde la academia. Theodore Levitt nos enseñó sobre la miopía del marketing: el error de enfocarse más en el producto que en las necesidades del cliente. En política, esto se traduce en candidatos obsesionados con su agenda, olvidando lo que realmente importa para los votantes. El mensaje es simple: ignora las verdaderas necesidades de la gente, y perderás su interés… y sus votos. Irónico, principios de marketing de los años 60, aunque la forma cambie a través de los años, el fondo sigue siendo el mismo y para muestra un botón.

Recientemente, el economista Javier Milei asumió la presidencia de Argentina, enfocando su campaña en la promesa de reducir la inflación. Atraído por un sector desencantado de las políticas tradicionales, Milei ha captado especialmente la atención de votantes, jóvenes en buena medida, que buscan un cambio radical en la gestión económica del país. ¿Qué motivó al electorado, históricamente inclinado hacia la izquierda, a votar por un candidato de la ultra derecha? La respuesta parece estar en la búsqueda de soluciones a problemas económicos y sociales crónicos, más allá de la pura ideología.

En Nuevo León, el registro de Mariana Rodríguez como sucesora para gobernar la ciudad de Monterrey, es un ejemplo del poder de la popularidad y la presencia digital en el juego político actual. Aunque probablemente ya tenga ganada la batalla digital, surge la pregunta: ¿es esta popularidad un reflejo de la capacidad para ofrecer soluciones reales, conoce realmente las necesidades del votante o es simplemente un encanto pasajero?

En los últimos tres sexenios, México ha experimentado una notable alternancia política. Desde el PAN bajo Felipe Calderón (2006-2012), pasando por el PRI con Enrique Peña Nieto (2012-2018), hasta Morena con Andrés Manuel López Obrador desde 2018. Esta secuencia de alternancia refleja una frase que sostengo como el punto de partida en cualquier equipo de campaña: “El elector es fiel a sus necesidades, no al instituto político, la variable es el satisfactor”.

Quien tenga la capacidad de escuchar, entender y conectar con las necesidades del electorado, podrá construir un escenario favorable rumbo a una elección. Sin embargo, es fundamental utilizar todas las herramientas disponibles para que el mensaje y la visión del candidato alcancen al mayor número de personas, asegurando que la percepción sea congruente con ese mensaje de cercanía y conocimiento de las necesidades, así como de las soluciones para resolverlas.

La tendencia hacia la alternancia política, observada a nivel nacional, se refleja en Tamaulipas. En este estado, los últimos tres sexenios han sido marcados por gobiernos de diferentes partidos, lo que evidencia un dinamismo político y una voluntad de cambio entre los votantes. Desde el PRI de Egidio Torre Cantú (2011-2016), el PAN con Francisco García Cabeza de Vaca (2016-2022), y más recientemente con la victoria de Américo Villarreal Anaya de Morena, Tamaulipas ha sido testigo de una evolución política que resalta la importancia de las demandas y expectativas cambiantes de los ciudadanos. Este patrón local de alternancia, alineado con la dinámica nacional, subraya la búsqueda de soluciones efectivas y liderazgos reales, alineándose con las aspiraciones de un electorado cada vez más informado y exigente.

Este reto electoral nos lleva a una reflexión fundamental; al final, lo que realmente inclina la balanza no es ni la ideología arraigada ni la mera popularidad, sino el conocimiento de las necesidades reales y la capacidad de ofrecer soluciones prácticas. Por lo tanto, la lealtad política está siempre en evolución, adaptándose a las realidades y necesidades cambiantes de los votantes. Thurgood Marshall lo resumió bien al decir: ‘Las palabras son bellas, pero son las acciones las que realmente importan’. Y en palabras de Theodore Roosevelt: «A la gente no le importa tanto lo que sabes hasta que ven cuánto te importan ellos», lo único que ha cambiado a través de los años es que algunos tienen la capacidad de entenderlo y otros no.

Por Eric Valdez Gómez
Consultor en Comunicación Política (Compol)
Experiencia en Campañas Políticas en México y Extranjero
Enfoque en Comunicación, Medios y Marketing Digital
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Twitter: @ericvaldeztv
Email: eric@e360.mx

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